El trato que se le da a la Filosofía en la nueva reforma educativa manifiesta la desconfianza del gobierno en la inteligencia. Es preferible inculcar acríticamente valores a menores de edad que enseñarles a razonar. En la ley de ámbito nacional la Filosofía ha sido reducida o eliminada respecto de la reforma anterior –que tampoco la trató bien–. En la ESO desaparece como optativa (en la ley anterior no era obligatoria en todas las comunidades autónomas). El gobierno se esfuerza en justificarse aduciendo que en realidad no desaparece, sino que es sustituida por la asignatura Educación en Valores Cívicos y Éticos. Parece ser que este criterio procede de la mismísima comisión de expertos que dirigió la estrategia frente a la COVID. No hay, por tanto, por qué desconfiar de tan dignos profesionales de la Ética. Volveré luego sobre ello.
En bachillerato la suerte no es mucho mejor. Si bien es cierto que la Historia de la Filosofía se va a dar en todas las modalidades de 2º de bachillerato (la reforma anterior la había reducido a una de ellas), sus horas se han reducido de cuatro a dos, hasta convertirla en una “maría”: ¿cómo se pretende dar la Historia de la Filosofía en un curso que, por lo demás, es más corto debido a la EvAU? En 1º de bachillerato también se mantiene la Filosofía, pero reduciéndola igualmente a dos horas semanales (!). La “comisión de expertos” aludida más arriba, se intenta lavar las manos asegurando que las Comunidades Autónomas podrían aumentar el número de horas. Ahí queda eso. Algunas lo van a hacer, pero en otras no será así.
Quien ha elaborado la ley desprecia abiertamente la razón. Como ha denunciado en varias ocasiones la Red Española de Filosofía, se deja fuera del currículo “el pensamiento autónomo, la reflexión y el pensamiento crítico” incumpliendo el acuerdo general alcanzado por consenso en la Comisión de Educación del Congreso en octubre de 2018. El uso de la razón es sustituido por el adoctrinamiento en los valores ideológicos del gobierno como sucediera con la polémica Educación para la Ciudadanía. En palabras del profesor Fernández Liria, referente ideológico de Podemos: “pretender que esta papilla ideológica repulsiva tiene algo que ver con un programa de Filosofía es ridículo y ofensivo.”
Efectivamente, en la nueva asignatura se quiere enseñar a menores de 12 a 15 años a construir su proyecto vital (Competencia específica 1). Y para ello, los docentes deberán evaluarles de “construir y expresar un concepto ajustado de sí mismo reconociendo las múltiples dimensiones de su naturaleza y personalidad” (criterio de evaluación 1.1.). El currículo de la asignatura también deja en manos de los profesores la evaluación de la gestión, interpretación y valoración de las emociones del alumno (criterio de evaluación 1.2. y 4.1.). El Estado -supongo que con su comisión de expertos- sustituye a los padres en la educación emocional de los menores, pues “El objetivo es que el alumnado aprenda a reconocer, evaluar y gestionar sus propias emociones” (Competencia específica 4).
Ya comprendo que resulta difícil hacer razonar a esta “comisión de expertos”, pero les debo advertir que una cosa es explicar la teoría de la inteligencia emocional de Daniel Goleman y otra cosa es sustituir a los padres en la educación emocional de los menores. Supongo que si alguien se lo explica despacio tal vez lo comprendan.
El currículo de la asignatura concluye finalmente, proponiendo los Derechos Humanos como el “referente moral” para los alumnos (competencia específica 2). Pero, de nuevo me encuentro con la dificultad de hacer funcionar la inteligencia de la comisión de expertos. Lo intentaré: miren ustedes, los Derechos Humanos no son un referente ético, sino jurídico. Y han sido elaborados por la ONU para lograr la convivencia entre los pueblos. Si fueran un referente ético, significaría que el Estado adoptaría como única ética válida la ética relativista de los sofistas: el bien y el mal es decidido por mayoría y esto supondría repetir la condena a muerte de Sócrates y violaríamos el sistema democrático. Que el gobierno tenga estas convicciones éticas, que sean unos sofistas -en todos los sentidos– no les legitima a imponerlas al resto de ciudadanos y muchos menos a menores de edad.
Sin embargo, el adoctrinamiento no se limita a dicha asignatura, sino que se desarrolla de modo transversal en todas las materias.
En inglés, en Física y Química y hasta en Matemáticas y Educación Física la perspectiva de género debe estar presente así como el conocimiento del colectivo LGTBI+. Como si el significado del concepto género fuera unívoco y representara de modo oficial el valor de la igualdad propuesto por nuestra Constitución. Sin ir más lejos, deberían explicarnos si los alumnos deben aceptar acríticamente el concepto de género impulsado por Irene Montero (cada niño, niña o niñe deberá revisar en qué medida se siente acorde con su sexo o no) o si, más bien, debe aceptar el que reivindican las feministas radicales contrarias a Irene Montero (Amelia Valcárcel, Alicia Millares o Lidia Falcón).
En realidad, hoy en día en España nadie se plantea el problema de la igualdad entre hombres y mujeres, sino que la educación en la igualdad es la excusa utilizada por los políticos para imponer su particular modelo antropológico y ético. Y no es otra cosa lo que pretende esta reforma. La eliminación de la cultura del esfuerzo regalando el título con suspensos no es más que el corolario lógico de este proyecto. Al fin y al cabo, la educación de las conciencias debe prevalecer sobre la capacitación laboral de los estudiantes.
Pueden ustedes descansar tranquilos pues nuestros hijos están en manos de la mejor “comisión de expertos”.
Quien ha elaborado la ley desprecia abiertamente la razón. Como ha denunciado en varias ocasiones la Red Española de Filosofía Share on X
2 Comentarios. Dejar nuevo
Muy buen artículo. Muchas gracias por la claridad con que ha expuesto lo que va a ser esta «reforma» de la educación.
La frase que dice al final del artículo: «Pueden ustedes descansar tranquilos pues nuestros hijos están en manos de la mejor “comisión de expertos”. »
¡¡Dios nos libre y la Virgen proteja a nuestros hijos y nietos de lo que ha salido de la susodicha comisión de expertos!!
¡¡No se que están esperando los padres, para ponerse a las puertas de los colegios e institutos a protestar!!