El 18 de julio fue una fecha fatídica para la historia de España. El inicio de una Guerra Civil sangrienta, que no encontró, hasta la transición de 1978, la superación de los traumas y enfrentamientos que había provocado. En este sentido no es una mala noticia que este 18 de julio, el domingo pasado, haya transcurrido prácticamente sin ninguna referencia a la efeméride en los medios de comunicación. Para unos puedes haber sido una actitud buscada, pero para muchos otros es, sencillamente, un hecho superado que no forma parte de su memoria personal. Y eso es bueno por lo que tiene de superación de una trágica división histórica.
Está claro que siempre quedan gamberros, por ejemplo, un grupo desconocido llamando » acción por la independencia «, que ha saboteado y ha destruido el interior de la capilla dedicada a los requetés de la montaña de Montserrat. Esta acción, que no se puede calificar de otra manera que de gamberrada, demuestra que hay, y siempre habrán, minorías dispuestas a ejercer sus ideas a través de la violencia y la agresión. Pero, son excepción, y la normalidad ha sido la característica de los 85 años que hace que se inició la Guerra Civil.
En este sentido, resulta aún más extraño que el gobierno español, y esto ya no es una minoría, quiera reiterar el conflicto con una nueva versión de la ley de la memoria histórica, que sólo hace que remover hechos perfectamente integrados en el imaginario común de acuerdo con las opiniones personales de cada uno, pero que no constituyen un motivo colectivo de diferencia y enfrentamiento. En realidad, el texto del anteproyecto de ley de memoria histórica, aunque acentúa más la idea de que aquella parte que fue derrotada en la guerra a través de sus nietos y bisnietos intenta convertirse en ganadora, resucitando así la actualidad del conflicto. Es un grave error.
Hay que recordar el pasado para bien y para mal, pero para extraer de él experiencias y prácticas que nos unan y no que nos enfrenten. Share on X
3 Comentarios. Dejar nuevo
Me parece un acierto este artículo. No tiene desperdicio. Recordar la historia para ir adelante más unidos, más felices. La división y el rencor no traen nada bueno, nunca. Muchas gracias
Ciertamente es increíble que algunos se empeñen en abrir heridas cerradas y cicatrizadas desde hace décadas. De este modo podríamos seguir remontándonos en la historia indefinidamente sin aprender nada de ella, avivando sin fin toda clase de rencores absurdos. Es un gran logro, así como una prueba de sensatez y capacidad de aprendizaje el que esta fecha sea sólo la de un hecho histórico trágico que en la mayoría de los ciudadanos no despierta pasiones de ningún tipo.
Por lo que respecta a la profanación en Montserrat, no es sólo una gamberrada, es también algo peor: un sacrilegio. Pero de esos delincuentes que son los separatistas no se puede esperar nada mejor, como han demostrado ya de sobras anteriormente. Acciones vandálicas como ésta demuestran que en nada substancial se diferencian de bárbaros como los talibanes o el llamado «estado islámico», lo cual puede terminar convirtiéndose en una desgracia de consecuencias imprevisibles no sólo para Cataluña, sino incluso para toda Europa.
En Catalunya la fecha fue el 19 de julio y no el 18 de julio. En la Cripta que alberga los restos mortales de los requetés, sin forzar la cerradura de la puerta de entrada y sin abrir las vitrinas cerradas con llave, han sacado unas banderas. No han destrozado nada más. Corriendo han publicado el hecho en redes. En estos casos todo quisqui es sabio sin tener pajotera idea de lo sucedido. Los Mossos d’Esquadra han intervenido. Esta capilla es propiedad de la Abadia de Montserrat. La Hermandad de Excombatientes del Laureado Tercio de Requetés de Nuestra Señora de Montserrat (en denominación abreviada Hermandad de Nuestra Señora de Montserrat) tiene su custodia. En su interior se veneran los restos mortales de los requetés allí enterrados. La bandera del Tercio de Nuestra Señora de Montserrat, mucho antes de la constitución de la Hermanad en los años 60, fue ofrendada a Nuestra Señora. Restaurada recientemente está ofrendada en la antesala del cambril de la Moreneta. En la Cripta se celebran actos de culto en ocasiones contadas. Es un monumento funerario que debe preservarse.
Francesc Martínez Porcell
Vocal de la Junta Directiva de la Hermandad de Nuestra Señora de Montserrat