El acto de clausura del XIII Congreso de familias y docentes católicos «La abolición del hombre», organizado por la Fundación Educatio Servanda, estuvo marcada por los desafíos educativos y antropológicos de la sociedad actual.
Monseñor Francisco César García Magán, obispo auxiliar de Toledo y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, fue el encargado de ofrecer una inspiradora charla sobre «La respuesta de la Iglesia ante los desafíos actuales».
En su intervención, Monseñor García Magán destacó la importancia de la presencia de los laicos católicos en la plaza pública, especialmente en un contexto sociocultural que cuestiona los fundamentos morales y antropológicos del ser humano. Subrayó que la familia y la escuela son los pilares esenciales en la transmisión de la educación, no solo como conocimientos, sino como valores que vertebran la sociedad. El obispo hizo hincapié en el derecho irrenunciable de los padres a educar a sus hijos según sus principios y advirtió sobre las intromisiones ideológicas que pretenden imponer modelos antropológicos erróneos.
Posteriormente, José Francisco Ojea Serrano leyó el manifiesto final del congreso, recordando que «donde está la Iglesia, ahí está la escuela» y que educar significa ayudar a cada persona a crecer en humanidad, discerniendo el bien y el mal y abriendo el corazón a la trascendencia. El manifiesto denunció la crisis antropológica actual, la imposición de agendas ideológicas y la amenaza de deshumanización derivada del uso irresponsable de la inteligencia artificial. Reiteró que la educación debe basarse en la verdad del ser humano como varón y mujer, fundamento indispensable para la felicidad personal y social.
El presidente de la Fundación Educatio Servanda, Juan Carlos Corvera, fue el encargado de cerrar el congreso, animando a los presentes a continuar con la misión de anunciar la verdad, en definitiva de anunciar a Cristo.
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