El último informe del Institut Montaigne, elaborado por Lionel Honoré, profesor universitario en el Institut d’Administration des Entreprises de Brest, pone de manifiesto cómo las creencias religiosas están moldeando las dinámicas de trabajo y las relaciones laborales. Este fenómeno, que lleva años gestándose, refleja una Francia cambiante, marcada por tensiones y transformaciones sociales.
Una influencia creciente
El informe del Institut Montaigne, que desde 2013 analiza el peso de las religiones en el mundo del trabajo, revela que el 71% de los encuestados ha presenciado situaciones donde la religión influye en la gestión laboral, frente al 66.7% de hace dos años.
Este incremento es significativo y evidencia una presencia cada vez más visible de la fe en el entorno laboral. Entre las religiones representadas, el Islam destaca con una sobrerrepresentación en el 81% de los casos registrados, marcando un aumento respecto al 73% en 2022. En contraste, el catolicismo aparece en el 19% de los casos, reflejando una disminución de su influencia.
El estudio, basado en las respuestas de más de 2.700 gerentes y empleados, subraya cómo la práctica de la fe musulmana se traduce en solicitudes específicas, como cambios de horario o ausencias relacionadas con premisas religiosas. Estas demandas representan el 52% de las solicitudes relacionadas con motivos religiosos, destacando el impacto del Islam en la organización laboral.
Tensiones y conflictos
Si bien muchas empresas manejan la presencia de la religión sin mayores complicaciones, el informe señala que las tensiones y conflictos relacionados con la fe están aumentando.
Los símbolos religiosos, especialmente aquellos asociados con el Islam, han visto un crecimiento significativo en su uso, pasando del 19% en 2022 al 36% en 2024.
Además, el 44% de los encuestados considera que estos símbolos generan preocupaciones y perturban la paz laboral.
Entre las consecuencias más graves de la influencia religiosa está el comportamiento negativo hacia las mujeres, observado exclusivamente en relación con el Islam, según el informe.
En 2024, el 15% de los empleados reportaron haber presenciado actitudes discriminatorias hacia las mujeres, frente al 13% en 2022. Este tipo de conductas se registra predominantemente entre empleados menores de 35 años, disminuyendo en grupos de mayor edad.
Discriminación y estigmatización
Aunque el Islam ocupa un lugar central en el informe, el judaísmo emerge como la fe más afectada por actos discriminatorios.
Los incidentes de estigmatización han aumentado significativamente, con un 15% de actos frecuentes y un 23% de actos ocasionales. Estas cifras reflejan un incremento respecto a 2022 y ponen de manifiesto un problema creciente de discriminación religiosa en el lugar de trabajo.
El informe también indica que los problemas relacionados con la religión no son exclusivos del Islam, aunque su impacto es más visible. Desde la negativa de algunos empleados a trabajar bajo la supervisión de mujeres hasta la solicitud de no manipular ciertos productos (como alcohol o carne de cerdo), las demandas relacionadas con la fe afectan múltiples aspectos del trabajo diario.
Una Francia en transformación
Casos como los empleados que se niegan a realizar ciertas tareas por motivos religiosos o las dificultades durante el Ramadán ilustran cómo las empresas se ven expuestas dilemas complejos.
El informe del Institut Montaigne revela un panorama laboral francés en evolución, donde el Islam juega un papel predominante en la configuración de las dinámicas laborales.
Si bien este fenómeno es parte de una transformación social más amplia. Francia está cambiando, y el mundo laboral es uno de los escenarios donde este cambio se manifiesta con mayor intensidad.
1 Comentario. Dejar nuevo
Volvimos al mundo pre cristiano, donde predominaban las creencias paganas.