Con la perspectiva que da el tiempo de la renovación del Comité de Bioética de España, una vez agotado el mandato del equipo anterior liderado por Federico de Montalvo, ha suscitado preguntas acerca de la independencia y transparencia del órgano consultivo.
Del protagonismo a la invisibilidad
Bajo la presidencia de De Montalvo, el Comité tuvo un rol crucial durante la pandemia de la covid-19. Se emitieron informes de su propia iniciativa sobre cuestiones como el cribado de pacientes de COVID-19, la escasez de recursos médicos como los respiradores y la necesidad de acompañamiento familiar en momentos críticos. Además, De Montalvo y Vicente Bellver formaron parte del grupo de trabajo que el Ministerio de Sanidad estableció para diseñar la estrategia de vacunación contra la covid-19.
Ahora, con el nuevo equipo de expertos en campos médicos, legales, éticos y filosóficos, se observa un cambio en la dinámica de trabajo. Bajo el lema «perfil bajo, casi invisible», los miembros del Comité, dependiente del Instituto de Salud Carlos III, han firmado un documento de confidencialidad que les impide divulgar sus actividades.
Primer informe en medio del debate público
El primer informe del nuevo Comité de Bioética de España, que abordó las «implicaciones éticas y jurídicas de incluir información adicional sobre el sexo sentido y el nombre deseado en la base de datos de población protegida del Sistema Nacional de Salud», muestra una línea conservadora en sus conclusiones. Se especifica que tanto el nombre como el sexo asignado al nacer deben figurar en la tarjeta sanitaria, en lugar del nombre y sexo sentido de la persona. El informe fue publicado un día después de las elecciones generales, lo que ha generado especulaciones sobre su divulgación intencionada.
Eutanasia y objeción de conciencia en el foco
El actual Comité de Bioética se encuentra trabajando en un informe sobre la objeción de conciencia a la eutanasia, encargado por el Ministerio de Sanidad. No obstante, bajo la presidencia de De Montalvo, el Comité ya se pronunció al respecto, cuestionando aspectos de la recién aprobada ley de eutanasia y defendiendo el derecho a objetar de todo el personal sanitario y no solo de los directamente implicados.
¿Un cambio de rumbo ideológico?
El cambio en el enfoque y visibilidad del Comité, junto con la naturaleza de sus primeros informes, ha llevado al órgano, previamente considerado como independiente, a convertirse en un instrumento ideológico del Gobierno. La actual Administración en funciones prefiere un Comité de perfil más bajo y conservador que no le moleste, en contraste con el enfoque más proactivo y transparente del anterior equipo.
Es evidente que en un país democrático, la independencia y transparencia de órganos consultivos como el Comité de Bioética son fundamentales para mantener la confianza pública. El tiempo nos dice que este cambio refleja una manipulación gubernamental para ajustarlo a su ideología.
1 Comentario. Dejar nuevo
Este gobierno ha logrado pergeñar un Comité de Bioética a su servicio, con el encargo de que le proporcione sofismas y falacias con las que dar cobertura estética, que no ética, a unas leyes que hay que promulgar como sea porque así lo demandan la mentira, la muerte y la destrucción disfrazadas de progreso.
Un Comité Biopatético.