El estudio del Pew Research Center revela un envejecimiento preocupante de la población católica.
La proporción de fieles de entre 18 y 29 años ha disminuido del 17% en 2014 al 14% en 2023-24, mientras que el grupo de 65 años o más ha crecido del 20% al 28%.
Este fenómeno indica una dificultad para retener a los jóvenes, quienes cada vez más se alejan de la fe debido a las presiones de una cultura secularizada.
Por otro lado, la comunidad católica se está diversificando debido a la inmigración.
El 29% de los católicos en EE.UU. ahora son nacidos en el extranjero, un aumento significativo desde el 23% en 2007.
La mayoría de estos inmigrantes provienen de comunidades hispanas, transformando la composición racial de la Iglesia: los católicos nativos han disminuido del 64% en 2007 al 54% en la actualidad.
Sin embargo, este crecimiento demográfico no se ha traducido en un fortalecimiento de la fe, sino en un cuerpo de fieles cada vez más influenciado por las tendencias culturales dominantes.
Además, este fenómeno plantea interrogantes sobre la transmisión de la doctrina a las nuevas generaciones.
Muchos inmigrantes llegan con una fe tradicional, pero sus hijos, expuestos a la cultura secular estadounidense, corren el riesgo de asimilar valores contrarios a la enseñanza católica.
La falta de programas de formación sólidos en parroquias con alta presencia de inmigrantes contribuye a este problema, dejando a las nuevas generaciones sin una base doctrinal sólida.
La crisis de la oración
Uno de los hallazgos más preocupantes del estudio de Pew es el drástico descenso en la práctica de la oración.
En 2007, el 58% de los católicos rezaban diariamente; en 2023-24, este número cayó al 51%. La oración es fundamental para la vida espiritual, y su declive sugiere un distanciamiento progresivo de Dios.
Aún más alarmante es el aumento del número de católicos que rara vez o nunca rezan. En 2007 y 2014, esta cifra era del 13%, pero en 2023-24 subió al 18%.
Sin una conexión constante con la oración, los católicos se vuelven más susceptibles a los valores seculares y pierden su brújula moral y su intimidad con Cristo, sustento y ayuda.
Curiosamente, a pesar de esta disminución en la práctica religiosa, la creencia en el infierno ha aumentado. En 2007, el 60% de los católicos creían en el infierno; en 2023-24, esta cifra ascendió al 69%.
¿Cómo es posible que el temor al castigo eterno aumente mientras la práctica religiosa disminuye? La respuesta puede residir en una fe superficial, basada en el miedo más que en una relación auténtica con Dios.
Este abandono de la oración también refleja un vacío espiritual que, en muchos casos, se llena con prácticas ajenas a la fe católica. Desde el aumento de la meditación sincrética hasta la adopción de filosofías new age, muchos católicos buscan llenar el vacío que deja la falta de oración con espiritualidades alternativas que diluyen la identidad católica.
El declive en la creencia en Dios y la importancia de la religión
El estudio de Pew también muestra un descenso preocupante en la creencia absoluta en Dios. En 2007, el 72% de los católicos estaban absolutamente seguros de la existencia de Dios. En 2023-24, este número se redujo al 62%. La incertidumbre ha aumentado, y el número de católicos que no están completamente seguros de la existencia de Dios pasó del 25% en 2007 al 34% en la actualidad.
Además, la importancia de la religión ha disminuido drásticamente. En 2007, el 56% de los católicos consideraban la religión como algo «muy importante» en sus vidas; en 2023-24, solo el 44% lo piensa así. Este descenso de 12 puntos porcentuales en 16 años refleja una secularización acelerada, donde la fe es vista como una opción más entre muchas, en lugar de ser el fundamento de la vida.
Esta pérdida de importancia de la religión se manifiesta en la creciente indiferencia hacia la vida sacramental.
Las tasas de asistencia a la Misa han caído drásticamente, y muchas parroquias han reducido el número de Misas debido a la baja asistencia.
Sin una vida sacramental activa, la fe se convierte en un simple conjunto de valores, desprovistos de una experiencia real de Dios.
El abandono de la moral católica: aborto y «matrimonio» entre personas del mismo sexo
Los datos de Pew también revelan un preocupante cambio en la postura de los católicos hacia cuestiones morales fundamentales. El 70% de los católicos ahora apoyan el «matrimonio» entre personas del mismo sexo, un incremento desde el 57% en 2014. Este cambio choca con la enseñanza de la Iglesia, que define el matrimonio como la unión sagrada entre un hombre y una mujer.
El aborto es otro tema donde la doctrina católica ha sido abandonada. En 2007 y 2014, el 48% de los católicos consideraban que el aborto debería ser legal en la mayoría de los casos.
Para 2023-24, esta cifra ha aumentado al 59%.
La enseñanza de la Iglesia sobre la dignidad de la vida desde la concepción es clara, pero la falta de instrucción catequética y la influencia de una cultura pro-aborto han llevado a esta trágica transformación de la opinión católica.
Uno de los factores clave en este declive moral y doctrinal es la falta de liderazgo laical y eclesial. Los resultados del estudio de Pew son una llamada de atención para la Iglesia en Estados Unidos.
Para revertir esta tendencia, la Iglesia debe redoblar sus esfuerzos en la formación catequética, la promoción de la oración y la defensa firme de la moral cristiana.
Es necesario un retorno a la oración, a la enseñanza clara y sin ambigüedades de la doctrina católica, y al fortalecimiento de la fe.
