En los últimos años un gran número de empresas catalanas, tales como Codorniu o Pronovias, han dejado de ser empresas familiares catalanas. En el mes de Agosto el economista Oriol Amat ya advirtió la pérdida de oportunidades por parte de Cataluña al venderse a empresas multinacionales o fondos de inversión.
Amat insistió en que las causas de las ventas son múltiples y que lo más frecuente es que se trate de empresas que tienen dificultad para seguir creciendo, o que un grupo empresarial mayor ofrezca un precio muy elevado que la familia propietaria dificilmente conseguirá si mantiene su empresa, o que se trate de familias en las que no hay sucesores que puedan garantizar la continuidad, o que tras muchos años de trabajo muy duro se pierda la ambición de seguir creciendo y se prefiera materializar la inversión y tomarse la vida de forma menos intensa desde del punto de vista empresarial.
Sobre el efecto de las ventas en la economía catalana, señala que cuando una empresa es adquirida por una empresa que tiene los servicios centrales en otro país hay una alta probabilidad de que las decisiones más importantes se tomen con la perspectiva que conviene a la central y esto puede perjudicar a la filial.
Para el catedrático, la venta de empresas catalanas significa que se pierde la posibilidad de tener empresas de mayor dimensión: “No olvidemos que tener empresas grandes es lo que permite aprovecharse del circulo virtuoso que supone la dimensión, la innovación y la internacionalización, que son grandes pilares para mejorar la competitividad de un país”.
¿Cuáles han sido las últimas en ser vendidas?
- En los últimos meses el gigante del cava Freixenet ha sido comprada en un 50,7% por la filial Dr. Oetker (del grupo alemán Henkell. Las familias Hevia y Bonet cerraron el acuerdo de venta por menos de 220 millones de euros a finales del mes de Marzo del 2018-
- Por otro lado su rival histórico, Codorniu, también la familia ha cedido el control mayoritario de la empresa. Los Raventós han vendido el 55% al fondo estadounidense Carlyle, valorado por 300 millones de euros.
- El sector de las máquinas recreativas tampoco se salva: Cirsa también se encuentra ahora en manos de un fondo de Estados Unidos (Blackstone) por 2.000 millones de euros.
- La falta de sucesión familiar en Pronovias a forzado a Alberto Palatachi a vender Pronovias al fondo británico BC Partners por 550 millones de euros.
- Pans & Company, Pollo Campero, Ribs, FresCo y Santamaría también dejan de ser catalanas. La firma Ibersol acordó con Agrolimen la compra de la división Eat out.
- El grupo barcelonés de tecnología sanitaria Palex se ha vendido al fondo de capital riesgo español Corpfin el 2016.