Diferentes estudios, llevados a cabo por la Cambra de Comerç de Barcelona y BBVA Research, llegan a una misma conclusión: las expectativas de crecimiento económico en Cataluña han empeorado.
Los autores de estos estudios económicos difieren sobre la cifra de crecimiento que tendrá Cataluña en los próximos periodos, pero coinciden en que el contexto político y los atentados de la Rambla son los principales motivos del cambio de tendencia en cuanto expectativas económicas.
La Cámara catalana ha rebajado una décima su previsión de crecimiento de la economía catalana para 2018 y dos décimas para 2019, hasta el 3% y el 2,5%, respectivamente. El presidente de la cámara, Miquel Valls, ha atribuido la reducción del avance del PIB catalán de este año a un “menor dinamismo de las exportaciones” y la del año que viene a un “debilitamiento de la demanda interna”. A esto se le añade el posible impacto de factores exteriores, como el “proteccionismo comercial” o la “subida de los tipos de interés del euro”.
Valls, sin embargo, ha lanzado un mensaje de tranquilidad. A pesar de la “ligera moderación del crecimiento interanual”, la economía catalana “va bien”. “Evoluciona con solidez”. Valls ha destacado que ya se encadenan cuatro años consecutivos con crecimientos “del 2,8% o superiores” del PIB catalán. Además, ha hecho hincapié en que la evolución de la economía catalana durante los últimos veinte años “ha sido muy positiva”.
Valls ha avisado que el mercado laboral muestra señales de debilitamiento ya que hay una “desaceleración” de la tasa de crecimiento del número de afiliados a la Seguridad Social tanto en el segundo como en el tercer trimestre de este año.
Por otro lado, el presidente de la cámara catalana avisa que en este año se “marca un cambio en la tendencia en las expectativas empresariales”, que evoluciona a la baja por primera vez desde 2013 -cuando la Cambra de Comerç comenzó a recoger el indicador-.
Desaceleración en afiliados a la Seguridad Social
El BBVA Research, por otro lado, advierte que la afiliación a la Seguridad Social en el sector privado en Cataluña ha sufrido una desaceleración más intensa que la observada en el conjunto de España desde mediados de 2017. Eventos como los atentados terroristas de agosto del año pasado y especialmente el aumento de la tensión relacionada con el entorno político han afectado de forma particular a la economía catalana.
Las estimaciones del estudio sugieren que el crecimiento de la afiliación de la Seguridad Social se ha materializado en una pérdida del 1%. Dicho resultado evidencia que el efecto de los shocks específicos que afectan a Cataluña está teniendo un impacto significativo en esta economía y, dado su elevado peso, en el conjunto de España.
