El Gobierno bipartito de PSOE y Podemos no puede permitir la línea decididamente pro vida que está despegando en Castilla y León. La razón es que no quiere que otras autonomías puedan contagiarse de unas políticas a favor de la vida que van frontalmente en contra contra la cultura de la muerte que quieren imponer en el país con leyes como la de la reforma del aborto o la de la eutanasia.
Es por eso que el Ejecutivo de Sánchez ha pasado a la acción y tratará de amedrentar al Gobierno autonómico, para empezar ha emitido un tajante comunicado en la tarde de este domingo, 15 de enero, donde advierte que aplicará todo tipo de acciones legales contra la iniciativa de que la madre que quiera abortar tenga antes que escuchar el latido de feto y ver su ecografía.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha amenazado por escrito a la Junta de Castilla y León de utilizar «todos los mecanismos que el ordenamiento jurídico pone a su disposición» si llega a aplicar las medidas provida anunciadas por su vicepresidente Juan García Gallardo el pasado jueves 12 de enero.
Tras la reunión del Gobierno castellano leonés del pasado jueves, tal y como informa El Debate, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León anunció un protocolo en defensa de la vida para reducir el número de abortos en esta Comunidad.
Entre esas medidas está que las madres que acudan a la atención primaria recibirán un trámite «preferente» y «una atención psicosocial específica». Además, las madres podrán acceder durante las semanas seis y nueve a una ecografía para que se vinculen emocionalmente al bebé y puedan observar «una imagen del bebé con sus rasgos y gestos faciales, manos, dedos, pies y resto de cuerpo». Y también podrán escuchar los latidos de su corazón.
Por el contrario, al Gobierno de Pedro Sánchez no parece gustarle que exista un vínculo entre madre e hijo y mediante una nota de prensa firmada por Presidencia del Gobierno, el Ministerio que dirige Félix Bolaños, asegura que «utilizará todos los mecanismos que el ordenamiento jurídico pone a su disposición para defender la libertad de las mujeres y su derecho a interrumpir voluntariamente el embarazo».
Mediante un comunicado, el Gobierno ha anunciado que el Ministerio de Sanidad ha enviado este mismo domingo un requerimiento oficial para «que se abstenga de aprobar y aplicar ninguna medida que vulnere o menoscabe lo establecido en la normativa actual que regula la interrupción del embarazo», «el cese inmediato de cualquier protocolo que establezca cualquier tipo de obligación, instrucción, indicación o recomendación al personal sanitario con la finalidad de obligar, indicar, ofrecer o sugerir a la mujer embarazada que ha decidido libremente interrumpir voluntariamente su embarazo o no haya manifestado expresamente su intención de llevar este a término la realización de pruebas no necesarias desde el punto de vista médico», y «también se exige que la realización de pruebas diagnósticas no contravenga el conocimiento científico actual».
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“El Ministerio de Sanidad ha enviado este mismo domingo un requerimiento oficial para «que se abstenga de aprobar y aplicar ninguna medida que vulnere o menoscabe lo establecido en la normativa actual que regula la interrupción del embarazo»
A las madres embarazadas se les ofrece la posibilidad de escuchar el latido del corazón del feto y observar su cuerpo por medio de ecografías en 3D. Y están encantadas de poder hacerlo, porque se dan cuenta, por medio del oído y la vista, que este ser que vive en su seno es un ser humano en las primeras etapas de su vida, como lo hemos sido todos.
¿Por qué razón se obceca el gobierno en prohibir que se ofrezcan estas mismas posibilidades a las embarazadas que van a abortar? Por la razón de la sinrazón. Porque si se vulnera algún derecho en el caso de abortar también se vulnera en el caso de gestar. Las mujeres tienen derecho a saber la verdad y este derecho es que se le niega cuando en los abortorios les dicen que lo que van a extraer de su vientre no es más que un producto biológico, como extirpar el apéndice. Nombrar al aborto “interrupción del embarazo” es un engaño indigno, una falsedad verbal con la que anestesiar la conciencia social frente a lo que no es otra cosa que quitarle la vida a un ser humano con premeditación y alevosía.
«el cese inmediato de cualquier protocolo que establezca cualquier tipo de obligación, instrucción, indicación o recomendación al personal sanitario con la finalidad de obligar, indicar, ofrecer o sugerir a la mujer embarazada que ha decidido libremente interrumpir voluntariamente su embarazo o no haya manifestado expresamente su intención de llevar este a término la realización de pruebas no necesarias desde el punto de vista médico».
O sea, los médicos tienen la obligación de “indicar, ofrecer o sugerir a la mujer embarazada” que puede abortar, si así lo desea, dentro de los términos establecidos por la ley. En el caso de un diagnóstico de síndrome Down, por ejemplo, esta sugerencia se convierte en presión y acicate para que aborte. Las pruebas diagnósticas para la detección de este síndrome se hacen con esta finalidad, la de que poder abortar a quien lo tiene y librarse de él con la bendición de la ley el aplauso de la sociedad.
Ain embargo, este gobierno de desalmados pretende prohibir que se facilite a las embarazadas que quieren abortar el conocimiento pleno de la realidad física de su hijo, no sea que cambien de parecer y decidan seguir gestando a su hijo hasta que nazca.
Está claro que lo que les interesa a estos miserable del Ministerio de Sanidad es que las mujeres que quieren abortar no sepan lo que hacen, ni las consecuencias de la intervención a la que se someten. Lo cual desde luego, no es nada feminista, además de que va en contra de la salud, tanto física como mental, de la embarazada.
Esta gente maligna pretende que las mujeres interrumpan el embarazo como quien interrumpe la digestión. Se han dejado adoptar por el padre de la mentira.
Y pensar que estas personas que fomentan los abortos también fueron fetos inocentes. ¿Quién diría entonces que acabarían siendo culpables de la muerte de otros fetos tan inocentes como lo fueron ellas?