California se prepara para promulgar una nueva ley que obligará a las aseguradoras de salud a cubrir los tratamientos de fertilización in vitro (FIV) para personas solteras y parejas del mismo sexo.
Grandes consecuencias
Se trata de un paso que ha generado debate tanto por sus implicaciones éticas como por el impacto económico. Esta legislación, conocida como SB 729, fue aprobada en la Asamblea estatal con un apoyo rotundo y en el Senado con votos a favor.
El plan exigirá que los protocolos de salud incluyan la cobertura de servicios de fertilidad a partir de julio de 2025.
La ley SB 729 destaca por su enfoque, ya que prohíbe cualquier forma de discriminación en el acceso a estos tratamientos basándose en factores como la orientación sexual, identidad de género, edad, raza o estado civil.
Problemas éticos y económicos
A pesar del apoyo legislativo que ha recibido la propuesta, el Departamento de Finanzas de California ha advertido que la nueva política supondría un gran costo que no ha sido correctamente contemplada en el presupuesto estatal actual. Pues la nueva medida hará incrementar las primas de los seguros, con un costo proyectado de entre 15 y 80 millones de dólares en los primeros dos años.
Además de las preocupaciones financieras, la FIV ha abierto de nuevo el debate ético. Las cifras son escalofriantes, la manipulación genética que implica la FIV es sólo el primer punto de una cadena de aberraciones. Pues se estima que más del 90% de los embriones creados en Estados Unidos a través de la FIV son destruidos.
Sectores defensores de la vida y contrarios a la nueva propuesta han manifestado que el problema va más allá de la manipulación y deshecho de embriones pues la FIV, al ser utilizada por solteros y parejas del mismo sexo, priva a los niños del derecho a ser criados por una madre y un padre en un ambiente de hogar y de familia.
