Italia ofrece una rica diversidad de lugares sagrados, entre los cuales destacan dos basílicas papales situadas fuera de Roma: la Basílica de Nuestra Señora del Rosario en Pompeya y la Basílica de San Francisco en Asís.
Ambos destinos son una buena posibilidad para unir arte, cultura y fe en nuestras vacaciones.
Basílica de Nuestra Señora del Rosario en Pompeya
Pompeya es mundialmente conocida por las ruinas de la antigua ciudad romana destruida por la erupción del Monte Vesubio en el año 79 d.C. Sin embargo, a pocos kilómetros de estas ruinas, se encuentra la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, un imponente santuario que atrae a millones de peregrinos cada año.
La Basílica fue fundada en 1876 por Bartolo Longo, un abogado que, tras una profunda conversión religiosa, dedicó su vida a la devoción mariana y a obras de caridad.
El santuario se convirtió rápidamente en un centro de peregrinación debido a los numerosos milagros atribuidos a la intercesión de la Virgen del Rosario.
El interior de la basílica es una maravilla de arte sacro, con frescos y mosaicos que representan escenas de la vida de la Virgen María y del Rosario.
El altar mayor alberga la imagen milagrosa de la Virgen del Rosario, que es objeto de veneración constante y gran devoción por parte de los fieles.
Visitar la basílica de Pompeya no solo ofrece una experiencia espiritual intensa, sino también la oportunidad de explorar una ciudad culturalmente muy interesante que combina su rica herencia arqueológica con la vida contemporánea.
Además, la basílica organiza diversos eventos y celebraciones, especialmente el 8 de mayo y el primer domingo de octubre, cuando se realiza la famosa «Súplica a la Reina del Rosario de Pompeya», una oración que congrega a miles de devotos.
Basílica de san Francisco en Asís
Asís, situada en la región de Umbría, es una ciudad pequeña pero llena de encanto. Es conocida principalmente por ser la cuna de San Francisco, uno de los santos más venerados de la Iglesia Católica. La Basílica de San Francisco, construida en su honor, es uno de los destinos más importantes de peregrinación en Italia.
La basílica consta de dos iglesias superpuestas: la iglesia inferior, terminada en 1230, y la iglesia superior, completada en 1253. La iglesia inferior, de estilo románico, alberga la tumba de San Francisco y está decorada con frescos que representan escenas de su vida y milagros. La atmósfera en esta parte de la basílica es profundamente solemne y meditativa, invitando a la oración y al recogimiento.
La iglesia superior, por su parte, es un espléndido ejemplo del estilo gótico italiano y está decorada con una serie de frescos realizados por algunos de los más grandes artistas del Renacimiento italiano, como Giotto y Cimabue. Estos frescos no solo son obras maestras del arte medieval, sino también una narración visual de la vida y obra de San Francisco.
Además de la basílica, Asís ofrece otros lugares de interés relacionados con la vida del santo, como la Basílica de Santa Clara, el Eremo delle Carceri (un retiro espiritual en el Monte Subasio) y la Porciúncula en la Basílica de Santa María de los Ángeles, un lugar clave en la vida de San Francisco.
Cabe destacar que en la basílica de Asís, en un monumento sepulcral en la nave derecha del Santuario, descansan los restos de su Carlo Acutis, quien próximamente será santo.
Un viaje de fe y descubrimiento
Visitar las basílicas papales de Pompeya y Asís durante las vacaciones de verano es una oportunidad para renovar la fe y descubrir la riqueza cultural y espiritual de Italia. Ambas basílicas ofrecen no solo una experiencia de profunda devoción, sino también la posibilidad de admirar el arte y la arquitectura de épocas pasadas, en un entorno que invita al descanso y la oración.
En Pompeya, la devoción a la Virgen del Rosario se entrelaza con la historia de una ciudad resurgida de las cenizas, mientras que en Asís, la figura de San Francisco inspira a vivir en armonía con la creación y con los demás.
Estos destinos, aunque diferentes, comparten una esencia común: la búsqueda de lo trascendental en medio de la belleza y la historia.
