En la eparquía (diócesis) de Ivano-Frankivsk, en Ucrania occidental, tres cuartas partes de la población pertenece a la Iglesia Greco-católica que, aunque subordinada al Papa, celebra la liturgia según el rito bizantino.
Ivano-Frankivsk es la diócesis con más creyentes y sacerdotes greco-católicos del país. Nada más y nada menos que 450 sacerdotes cuya edad media ronda los 35 años. Gracias a Dios, en esta diócesis, el torrente vocacional no se agota y, actualmente, 213 jóvenes de cinco diócesis de Ucrania occidental se preparan en el seminario mayor para su ordenación sacerdotal.
La historia de este seminario es bastante curiosa. Data del siglo XIX y en tiempos soviéticos, en los que la Iglesia era perseguida, servía para formar a los mandos comunistas. Al finalizar el comunismo, el edificio fue restituido a la Iglesia en muy mal estado por lo que el seminario tuvo que retomar su actividad en condiciones de provisionalidad. Los seminaristas, ni cortos ni perezosos, se arremangaron para contribuir a las obras de renovación del seminario que fueron cofinanciadas por Ayuda a la Iglesia Necesitada. Desde ese momento, Ayuda a la Iglesia Necesitada ha estado apoyando al seminario en las obras necesarias para mantener y ampliar el edificio en las que también trabajan los seminaristas para que el coste sea lo más bajo posible.
Año tras año, Ayuda a la Iglesia Necesitada respalda también la formación de los futuros sacerdotes contribuyendo con los gastos de electricidad, gas, agua, alimentos y demás cosas necesarias que, al no dejar de aumentar, el seminario no puede cubrir por sí mismo.
Por ello, también este año quieren garantizar con unos 600 € por seminarista la formación de los futuros sacerdotes. Necesitan 127.000 € para los 213 jóvenes, ¿los ayudas?