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Un atentado islamista, en una iglesia cristiana de Damasco, deja al menos 22 muertos

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Un brutal atentado suicida en Damasco, contra la Iglesia de San Elías, en el barrio cristiano de Dweil’a, ha teñido de sangre el día del Señor en la capital siria.

Mientras se celebraba la Santa Misa dominical, un atacante armado irrumpió en el templo griego ortodoxo, abrió fuego y posteriormente se hizo explotar, dejando al menos 22 fieles cristianos muertos y más de 60 heridos. La mayoría de las víctimas eran hombres, mujeres y niños que se encontraban en oración.

Este hecho, que ha sido condenado por las autoridades locales e internacionales, marca el primer ataque de este tipo en una iglesia en Damasco en años. Según la información oficial del Ministerio de Salud de Siria y de la televisión estatal SANA, el ataque ha sido atribuido preliminarmente al grupo terrorista Estado Islámico (EI).

Una Iglesia llena 

En el momento del atentado, alrededor de 350 personas se congregaban en la Iglesia de San Elías, un templo símbolo de resistencia y fe en medio de la prolongada crisis que ha azotado Siria durante más de una década.

Según testigos presenciales, el atacante cubría su rostro y comenzó a disparar indiscriminadamente dentro del templo. Cuando algunos fieles intentaron detenerlo, detonó un chaleco explosivo en la entrada, causando una masacre.

“El atacante tenía el rostro cubierto. Gritaba mientras disparaba. Cuando intentamos detenerlo, explotó justo en la puerta”, relató Issam Nasr, uno de los sobrevivientes. “Vi personas volar en pedazos. Nunca llevamos armas, solo nuestras oraciones”.

Reacciones del clero y del Gobierno

El padre Fadi Ghattas, uno de los sacerdotes presentes, afirmó haber visto al menos 20 cuerpos sin vida entre los escombros. «La misa acababa de comenzar. Fue un infierno», narra visiblemente afectado.

Meletius Shahati, otro sacerdote de la iglesia, indicó que hubo un segundo atacante que abrió fuego desde fuera del templo. Este detalle aumenta las preocupaciones sobre una posible red de extremistas activos en el sur de Damasco.

Condena internacional

El gobierno sirio ha calificado el atentado de “acto cobarde y terrorista”, y ha prometido llevar a los responsables ante la justicia. En redes sociales, el ministro de Información, Hamza Mostafa, subrayó el compromiso del Estado con la protección de los lugares de culto: “Este crimen va en contra de los valores que nos unen como sociedad. La seguridad de los templos es una línea roja”.

Este ataque no solo ha golpeado a la comunidad cristiana ortodoxa de Siria, sino que ha herido el corazón de todos los creyentes. En medio del luto, la Iglesia llama a la oración por las almas de los fallecidos, por la recuperación de los heridos y por la conversión de quienes siembran el odio.

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1 Comentario. Dejar nuevo

  • María del Pilar
    23 junio, 2025 15:09

    ¡Cuanto dolor, Señor! Sabemos que los mártires son semilla de cristianos. Recemos por la paz en el mundo, el reinado de los Inmaculados Corazones y la conversión de los que no conocen el amor de Dios.

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