La Asamblea de Asociaciones por la Vida, la Libertad y la Dignidad, que integra a más de cien organizaciones que defienden los valores de la vida desde su concepción hasta su fin natural, han hecho público el documento de trabajo resultado de su encuentro del pasado lunes, 17 de octubre. El documento lleva por titulo «Bases para avanzar en la protección de la vida humana en España» y plantea una hoja de ruta en los avances en cuestión de valores y protección de la vida.
El primero de los 14 puntos que desarrolla el documento constata que la sociedad debe situar el aborto en el centro del debate. «El aborto provocado es una cuestión decisiva y sin un acuerdo básico sobre el respeto a la vida humana no puede existir una sociedad civil mínimamente cohesionada y humanitaria», afirma. El aborto de decenas y decenas de miles de casos cada año, 88.269 según el Ministerio de Sanidad en 2020, es «un gran mal y señala una corrupción muy grave en nuestra conducta como comunidad».
«En el debate, generalmente -prosigue-, se ha ocultado la cuestión de la vida del ser humano engendrado, su formación y caracterización, su significado y protección, las razones de su valor; también la responsabilidad de los actos de los adultos, los criterios para identificar lo que está bien y lo que es justo, la diferencia entre lo necesario y lo secundario».
Por ello el respeto al ser humano antes de nacer es fundamental «para construir unas relaciones verdaderamente humanas y para rectificar el incremento de crisis personales y familiares que enfrentan y atomizan la sociedad».
El aborto no es principalmente una “cuestión técnica”, ni de “oportunidad política”, ni de “derechos” de la mujer. «Es una de las cuestiones vitales para el presente y el futuro de nuestra sociedad, a la que se debe atender en el diálogo social y político, y tanto en la legislación como en la política pública», afirma.
El aborto, como también la eutanasia, las guerras, el terrorismo, la tortura o la trata de personas, ponen en crisis los acuerdos fundamentales sobre el respeto que se debe a cada ser humano, considera la Asamblea de Asociaciones por la Vida, la Libertad y la Dignidad, y prosigue que pone en crisis lo que significa ser “ser humano” y el valor de lo que representa el humanismo. «Y todo eso forma parte del núcleo más básico de nuestra vida en común, de lo contrario, estamos abocados a la destrucción».
Sin embargo, «la ignorancia, el egoísmo, el interés económico, la tranquilidad para mantener relaciones sexuales con menos consecuencias, la independencia personal desvinculada de la responsabilidad, son motivos potentes que dificultan o impiden percibir la gravedad del aborto provocado», afirma el documento.
«El aborto es un fracaso», afirma rotundamente la Asamblea: «Fracaso para la mujer que aborta, fracaso para el ser humano que está en camino, fracaso de las políticas de apoyo a la mujer, fracaso de toda la sociedad, fracaso de la confianza en el futuro, fracaso para moderar la caída de la natalidad y fracaso en el mantenimiento de la cohesión social».
El texto recuerda que el Tribunal Constitucional, en la sentencia sobre la primera ley del aborto de 1985, reconocía de manera explícita la existencia de un ser distinto a la madre y sujeto de derechos y de protección. El alto Tribunal, actualmente, lleva doce años sin resolver el recurso de inconstitucionalidad que, con carácter de urgencia, se presentó sobre la segunda ley del aborto de 2010 durante el periodo del presidente Zapatero. «Es decepcionante e indignante esta dilación que, incluso, ha sido denunciada ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en junio de 2021, por 20 diputados y exdiputados», denuncia.
En ese sentido, la aprobación, en el Consejo de Ministros de 30 de agosto de 2022, de la modificación de la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo abre un nuevo capítulo. Sorprende que, estando recurrida ante el Tribunal Constitucional la vigente normativa, se reforme la ley. Muestra todavía más la situación de corrupción institucional.
«Es frecuente que la decisión de abortar sea complicada y haya presiones del entorno -afirman-. Habría de facilitarse más información, proteger de las coacciones laborales o familiares que suceden a cualquier edad y explicar las alternativas que existen al aborto. La supresión de los tres días de reflexión, en la reforma de la ley propuesta, no parece lo mejor para conseguirlo. Es interesante recordar que en Alemania, gracias al asesoramiento oficial que las mujeres reciben cuando solicitan el aborto, casi el 50% deciden seguir adelante con el embarazo. También sería importante plantear de nuevo la ayuda de 3.000€ a las familias por el nacimiento de un hijo».
La Asamblea de Asociaciones por la Vida, la Libertad y la Dignidad hace una llamada a todas las personas de buena voluntad con independencia de su adscripción política, a las administraciones públicas del estado, a los partidos políticos, a las entidades sociales, a las sociedades científicas, al mundo de la cultura y el arte, a la Iglesia Católica y a todas las confesiones religiosas, «a abordar con respeto mutuo, con fundamentos científicos y éticos, con conciencia de la gravedad y aportación de respuestas, todo aquello que hemos apuntado sobre la naturaleza del ser humano en su etapa de desarrollo inicial y sus derechos, así como, sobre la eugenesia».