Vivimos a velocidad creciente la extensión y agudización de una guerra cultural de la que somos víctimas. Su fin es construir una cultura y una civilización totalmente opuesta a la que puede ser concebida, no ya desde la fe, sino solo desde una cultura de matriz cristiana. Se trata de la sustitución de nuestro estado de derecho por otro de leyes, donde los derechos son asimétricos en función de si se trata de seguir la doctrina hegemónica, que tienen como principal fundamento la perspectiva de género, en sus formulaciones políticas de feminismo o identidades de género, o de quienes se oponen a ella, que son reprimidos, penalizados, castigados.
Es una guerra que se da en todo Occidente con diferencias locales, sobre todo en Europa, donde salvo casos concretos se impone en los diversos estados, y ahora ya, de forma clara, desde la propia Comisión y Consejo de Europa. Ha encontrado una fuerte resistencia en Estados Unidos, y se propaga en gran medida en América Latina a partir de los recursos económicos estadounidense y la mimesis de la política española.
España posee importancia estratégica, porque refuerza el estado policial rosa entre los países del sur, allí donde no ha alcanzado todavía la plena hegemonía y, a la vez, exporta proyectos políticos hacia América Latina aprovechando la comunidad de lengua y cultura.
Afrontar esta guerra significa recuperar la iniciativa en el ámbito cultural, en el imaginario colectivo en el que las gentes forman juicios y adoptan decisiones. Se trata de la construcción de nuevos marcos de referencia que sustituyan a los actuales que promueven la guerra cultural contra la cultura y la fe cristiana. Son estos marcos de referencia, ahora dominantes, los que hacen que muchas cuestiones que generan daño o promueven el mal, sean asumidas como buenas o aceptadas pasivamente, sin cuestionamiento.
Ser alternativa cultural significa cuestionar todo esto y construir unos nuevos marcos de referencia en los que el cristianismo pase a ser alternativo allí donde es marginal y contracultural, o que, en aquellos países donde todavía mantiene un carácter central en lo que son las ideas fuerza de la sociedad, perfeccione esta condición y la fortalezca.
Un marco de referencia se compone de ideas fuerza que configuran un relato, que aportan sentido a la vida de las personas y al conjunto de la sociedad.
Significa un proyecto de vida individual y en común, y como tal alimenta proyectos sociales y políticos, dando lugar a una dinámica en la que esta alternativa cultural cristiana compite en la mente y los corazones de las personas con otros marcos de referencia adversarios.
Y también significa que se hace presente dentro del propio cristianismo para crear la conciencia necesaria de que tal tarea surge de la propia exigencia cristiana.
Y como toda práctica, toda acción que en si misma es portadora de sentido, aprendemos a realizar la alternativa cultural cristina, en la medida que la construimos. Porque estamos hablando de acción, de ideas en acción que buscan transformar la realidad.
Es desde esta perspectiva de construcción concreta, de la alternativa, de su amplia difusión, de establecer vínculos de colaboración e intercambio de experiencias, de coordinar acciones en torno a objetivos, donde se sitúa la I Asamblea Virtual de ForumLibertas para la Construcción de la Alternativa Cultural Cristiana el próximo 13 de julio a las 19 hora de España, y es a este encuentro al que os invitamos a participar para unir fuerzas y elevar la capacidad de nuestra respuesta.
En este encuentro dedicaremos una primera parte a un examen de la situación y los criterios de la respuesta, para centrarnos en la segunda en la forma concreta de construirla desde la base común de ForumLibertas.
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1 Comentario. Dejar nuevo
El arma que hay que sacar es llamar al pan pan y al vino vino. Vayan publicando todos los estudios censurados que manifiestan la anormalidad de la homosexualidad, el hecho de que no están preparados para criar niños y su agresiva y alta incidencia en la pederastia. Ellos van a deguello. Sin contemplaciones. Y lo pagarán nuestros hijos, con un precio muy alto. Como Cristo sacó el latigo asi hay que sacarlo. Si no lo hacemos, vamos a llorar, y mucho.