El malvado dióxido de carbono que medio mundo está tratando de eliminar, es el mismo gas que contribuye a la vida humana y vegetal en la Tierra. Especialmente para las plantas es imprescindible y además resulta que consumen mucho más anhídrido carbónico que oxígeno. De manera que para reducir ese gas de efecto invernadero bastaría con plantar muchos más árboles. Pero acabar con el Co2 significaría acabar literalmente con la vida en la Tierra, empezando por los humanos.
Ante una realidad tan evidente, ¿por qué están los grandes organismos internacionales empeñados en reducir el dióxido de carbono? Porque dentro de sus planes a largo plazo se encuentra retroceder en el tiempo y eliminar la industrialización y el progreso. El que se puede ver. Porque naturalmente nadie nos explica que los contenedores de datos de internet necesitan un gasto de energía equivalente a una ciudad pequeña. Y además eso de la huella ecológica al parecer no afecta a gigantes como China o la India.
En conclusión, de lo que realmente se trata es de dirigir el planeta y decirnos lo que podemos o no podemos hacer, magnificando problemas que no son tan graves ni inmediatos, con el fin de tenernos siempre temerosos y dispuestos a obedecer. Aparte de los ingentes intereses económicos que se mueven alrededor de las nuevas energías, las subvenciones ecológicas y las campañas de concienciación; las cuales realmente son a lo que se dedican y en lo que más dinero invierten.
Mientras el clima cambia, naturalmente, porque siempre lo ha hecho y lo hará, pero no como consecuencia de la acción humana. La emergencia climática es una excusa más para meterse con lo que hacemos, lo que comemos y cómo vivimos. Mientras el planeta seguirá adelante como lo ha hecho en millones de años, con o sin nosotros. Eso si los campos de soja y transgénicos no acaban antes con la diversidad animal y vegetal. Y si nos permiten seguir respirando.
2 Comentarios. Dejar nuevo
Excelente artículo.
Y mientras los poderosos siguen usando sus formidables armas (dinero, política, medios, etc.), nosotros los insignificantes podemos seguir usando nuestras humildes armas (seguir consumiendo la proteína de la carne, disfrutar de un asado al aire libre, utilizar los incontables productos derivados del petróleo, que tanto bienestar y progreso han significado en nuestras vidas, etc.)
Hay gente que para cada problema tiene una solución ingeniosa, no simplona. Circulan videos de la científica Morgan Vague hablando de bacterias comeplástico — Ideonella sakaiensis— que se cultivan en laboratorio y de otras que mutan espontáneamente y degradan el plástico.
Y recordemos cuánto nos han querido manipular. En 1970 los científicos predijeron el enfriamiento global. Luego, un agujero enorme en la capa de ozono que nos haría víctimas de radiaciones solares letales. Luego cambiaron el discurso: calentamiento global. Posteriormente, para no hacer el ridículo con predicciones incumplidas, decidieron lo del cambio climático. ¡Oooh! ¡Descubrieron que el clima cambia! Algo que ha venido ocurriendo desde que la Tierra es Tierra. Desde el descubrimiento del agua tibia no se daba un descubrimiento tan espectacular.
Gracias por su aportación.