La Administración Biden, a través del Pentágono, pagará a los miembros de esta institución para que viajen para recibir servicios de aborto, una medida que se produce cuando muchos estados han revertido el acceso al aborto desde la revocación de Roe vs. Wade.
En un memorando con fecha del jueves, el secretario de Defensa Lloyd Austin ordenó al departamento que adoptara un conjunto de políticas de atención de la llamada salud reproductiva en respuesta a la decisión de junio de la Corte Suprema de poner fin al supuesto derecho federal al aborto.
«El efecto práctico de los cambios recientes es que los miembros del servicio pueden verse obligados a viajar mayores distancias, tomar más tiempo libre del trabajo y pagar más gastos de su bolsillo para acceder a la atención de la salud reproductiva, todo lo cual tiene implicaciones de preparación, reclutamiento y retención. para las fuerzas armadas de Estados Unidos«, dijo el general Pat Ryder, portavoz del Pentágono, hablando con los periodistas el jueves.
Desde junio, todos o la mayoría de los abortos se han vuelto ilegales en 13 estados. Las prohibiciones en un puñado de otros estados están actualmente suspendidas temporalmente por orden judicial.
Una política federal conocida como la Enmienda Hyde ya prohíbe el uso de fondos federales para el aborto excepto en casos de violación, incesto o cuando la vida de la madre esté en riesgo. En ese sentido, según un informe presentado al Congreso a principios de este año, se realizaron 91 abortos en hospitales militares de Estados Unidos entre 2016 y 2021.
Como resultado, la mayoría de los miembros del Pentágono, que buscan un aborto, deben viajar a un centro civil para hacerlo.
Varias de las bases militares estadounidenses más grandes están ubicadas en estados donde el aborto ahora está prohibido, incluido Fort Campbell, que se extiende a ambos lados de la frontera entre Kentucky y Tennessee, y Fort Hood en Texas, que albergan a decenas de miles de miembros del servicio.
La Administración Biden, a través del reciente memorando de Austin busca abordar las preocupaciones sobre el acceso al aborto y la privacidad reproductiva de otras maneras para los pro abortistas. Otros cambios de política incluyen la extensión del tiempo por el cual un miembro del servicio debe informar un embarazo a 20 semanas. Se ordena a los proveedores del aborto del departamento que no divulguen información sobre salud reproductiva a los comandantes, excepto en escenarios específicos, incluido el riesgo de daño a la misión.
El memorando también toma medidas en nombre de los proveedores de atención médica que trabajan para el Departamento de Defensa. El Pentágono reembolsará las tarifas a los proveedores que busquen obtener una licencia en otros estados para realizar funciones oficiales, además de brindar apoyo legal y de otro tipo a los proveedores que enfrentan sanciones civiles o penales por «desempeñar adecuadamente sus funciones oficiales».
El memorando indica que todas las acciones se completarán lo antes posible y a más tardar a fines de 2022.
1 Comentario. Dejar nuevo
El aborto no es una cuestión de salud reproductiva. Es quitarle la vida a un ser humano cuya presencia molesta, y punto. Salud reproductiva es cuidar a la madre y al hijo para que el embarazo llegue a buen término y se produzca el nacimiento.
Estos energúmenos están tan obsesionados con fomentar y facilitar abortos que se creen que a base de palabreo biensonante pueden esconder la realidad y engañar con falsedades a la gente incauta. Pero va a ser que no. La verdad es más fuerte y acabará por desmoronar la buena conciencia de quienes defienden esta barbaridad.