Alfonso Bullón de Mendonza, presidente de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, el ente educativo privado más grande de España, ha alertado de los peligros de la eutanasia en una entrevista al diario La Razón.
En el contexto de la Ley de la eutanasia que prepara el Ejecutivo de Sánchez con sus socios de Podemos, se ha lanzado la iniciativa “Eliminar al sufrimiento sí, pero eliminar al que sufre no”, un lema bajo el cual más de 100 representantes de diferentes ámbitos de la vida pública española han firmado un manifiesto en contra de la ley de la eutanasia, reclamando en su lugar un plan de cuidados paliativos que sea una garantía para evitar el sufrimiento.
Bullón de Mendonza es uno de los firmantes de esa iniciativa ya que considera que «resulta obvio que tales cuidados [refiriéndose a los cuidados paliativos] son costosísimos y que con una generalización de la eutanasia las Administraciones Públicas ahorrarían una importante cantidad de recursos».
En ese sentido, en referencia al contexto de pandemia que vive el mundo y en concreto España ha recordado que «desgraciadamente», ya se ha visto «cómo en esta crisis sanitaria los sacrificados han sido nuestros ancianos, y más en concreto aquellos que estaban en residencias».
En referencia a los médicos, recuerda que «la mayoría» los Colegios Médicos en España se han pronunciado en contra. «Ilustrativo también a este respecto ha sido la reciente victoria del candidato que se oponía más frontalmente a este proyecto de ley para presidir el Colegio de Médicos de Madrid», explica.
Además, denuncia que este tipo de leyes «se legisla en principio buscando los casos más extremos y aquellos que pueden suscitar algún tipo de reacción emotiva en la opinión pública, para más tarde terminar en una aplicación práctica cada más desinhibida y generalizada de la ley». A su juicio, se trata «de un proceso inexorable donde una vez más lo “despenalizado” se transforma en “derecho” y como tal algo que cualquiera puede exigir en cualquier momento».
Bullón de Mendoza afirma que la eutanasia puede estar más vinculada al sufrimiento espiritual y moral que físico: «de hecho, ya hemos visto cómo el sufrimiento físico puede ser tratado con la máxima eficacia. No está ahí, por tanto, el problema», ya que, en su opinión, «con esta ley lo que emerge a la superficie es la cuestión sobre el sentido de la vida». «Por eso, insisto, que nadie piense que la eutanasia quedará restringida para determinados casos extremos, será una opción generalizada«, subraya.
El presidente de la ACdP explica que la denominación de la Plataforma de los 7.000 , de la que parte la iniciativa procede de la epístola de San Pablo a los romanos, «donde se habla de 7.000 hombres que no se doblegarían ante los falsos ídolos». En estos momentos hay unas 70 asociaciones que se han adherido a la misma. Su propósito es propiciar cambios legislativos impulsando la democracia de participación.
Bullón de Mendoza recuerda las palabras expresadas por el Papa Francisco, cuando aseguraba recientemente que “el contexto sociocultural actual está erosionando progresivamente la conciencia de lo que hace que la vida humana sea preciosa. De hecho, la vida se valora cada vez más por su eficiencia y utilidad, hasta el punto de considerar como ‘vidas descartadas’ o ‘vidas indignas’ las que no se ajustan a este criterio. En esta situación de pérdida de los valores auténticos, se resquebrajan también los deberes inderogables de solidaridad y fraternidad humana y cristiana. En realidad, una sociedad se merece la calificación de ‘civil’ si desarrolla los anticuerpos contra la cultura del descarte; si reconoce el valor intangible de la vida humana; si la solidaridad se practica activamente y se salvaguarda como fundamento de la convivencia”.
Finalmente, el profesor identifica que esta coalición de Gobierno «busca deliberadamente y con plena conciencia lo que se ha venido en llamar la “batalla cultural”». «Su propósito -prosigue- consiste en movilizar todas sus fuerzas políticas y mediáticas, que son muchas, en aplicación de una agenda ideológica muy concreta de carácter extremista y radical. Buscan la polarización de la sociedad. Frente a esta ofensiva que busca la división de la sociedad, nuestra posición será siempre la de proclamar sin complejos y sin estridencias todo lo que de bueno, verdad y digno hay en el ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios».