Varios estados controlados por el Partido Republicano podrían prohibir el aborto después de las 15 semanas de embarazo aprobando proyectos de ley inspirados en la ley de Mississippi que la Corte Suprema pronto podría considerar constitucional.
Pero esos mismos estados no están tomando restricciones como es el caso de Texas, que prohíbe todos los abortos después de seis semanas.
La diversidad de enfoques ha abierto fisuras en el movimiento conservador, y algunos piden más cautela mientras que otros exigen que los estados sigan rápidamente a Texas o vayan aún más lejos.
Los legisladores de Arizona, Florida, Virginia Occidental y varios otros estados que avanzan en las prohibiciones de 15 semanas dicen que están adoptando lo que consideran un enfoque política y legalmente más seguro, incluso si eso significa que la gran mayoría de los abortos en sus estados aún podrían realizarse.
Su estrategia subraya la confianza que los conservadores sienten en que la Corte Suprema decidirá a su favor y limitará o eliminará Roe vs. Wade a finales de este año, y la preocupación que muchos tienen de que la ley de Texas finalmente pueda ser anulada por un aluvión de desafíos legales en curso.
“Los estados no quieren aprobar leyes que van a ser derogadas. No quieren un ejercicio inútil”, ha afirmado Denise Harle, asesora principal del grupo pro vida Alliance Defending Freedom. “La prudencia de cumplir 15 semanas en este momento, cuando es probable que se les dé luz verde, es clara”.
Sin embargo, aunque reconocen los obstáculos políticos y legales, muchos en el movimiento contra el aborto dicen que están frustrados porque los legisladores no están siguiendo el ejemplo de Texas.
“Algunos grupos nacionales y estatales creen que debemos proceder con cautela y estratégicamente”, dijo Kristi Hamrick, portavoz de Students for Life of America, que está impulsando proyectos de ley en docenas de estados que imitan a Texas y prohíben el uso de píldoras abortivas a principios de este año. el embarazo. “Respetuosamente no estamos de acuerdo”.
“Queremos ver menos incrementar ese número”, agregó. “Este es un momento para moverse por la victoria”.
Mientras tanto, los activistas por el derecho al aborto dicen que enfrentan múltiples desafíos: es probable que no tengan los votos para evitar que estos proyectos de ley avancen y están luchando para convencer a un público distraído y agotado para que se movilice contra políticas que no han llamado la atención.
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