Hace tiempo que se discute sobre si la mujer embarazada tiene un ser vivo dentro o un ser humano, desde el primer momento o al cabo de las semanas. Sin embargo, la ciencia sólo tiene una opinión: desde el momento de la concepción existe un ser humano único, como no ha existido nunca antes ni lo hará después. Esto se debe a la combinación de genes que recibe de su padre y su madre.
Por tanto, la mujer que aborta no solo está matando a un ser humano único, sino que indudablemente está matando a su hijo, ya que la mitad de sus caracteres genéticos son maternos. Esto significa que la futura persona podría tener la nariz de su madre, el hoyuelo de su padre y tal vez la simpatía de su tía materna. Eso es algo que nunca se llegará a saber si no nace. Pero es que además podría ser por su parte el nieto, la madre o padre de otras personas, la pareja de alguien, el amigo íntimo, el compañero que alguien nunca tendrá.
De modo que la mujer que aborta no sólo está matando a su hijo, sino que está privando a la humanidad de una riqueza genética, de alguien que podría ser útil a la sociedad, del origen de una gran familia, de un médico, o un estadista con las respuestas que el mundo necesita. O simplemente de alguien que haría este mundo un poco mejor, y sobre todo el de sus padres. Como un regalo único que nadie podrá sustituir para toda la vida, sólo a cambio de renunciar a una tranquilidad momentánea que sale demasiado cara.
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https://www.youtube.com/watch?v=4Hb3DFELq4Y