El histórico apretón de manos que ha tenido lugar en Corea del Norte entre el presidente estadounidense Donald Trump y el líder del país, Kim Jong-un, ha tenido en el Papa Francisco una mención especial durante los saludos tras la oración del Ángelus de este domingo.
El presidente Donald Trump cruzó la frontera entre las dos Coreas solo, por invitación del líder Kim Jong-Un, en la zona desmilitarizada en Panmunjon, la aldea construida en el Dmz, establecida por el armisticio de 1953 entre Corea del Sur y Corea del Norte, convirtiéndose así en el primer Presidente estadounidense en pisar tierra norcoreana.
“Es un gesto que abre un nuevo futuro”, afirmó el líder norcoreano Kim Jong-Un. Trump, por su parte, manifestó que fue “un honor” haber sido el primer presidente en ir al norte de la península coreana. El encuentro duró alrededor de una hora. La Casa Blanca informó que Trump invitó a Kim Jong-un a Washington. Este fue el tercer encuentro entre ambos, después de los de Singapur y Hanoi.
«Un paso más en el camino de la paz» en Corea del Norte
«En las últimas horas –dijo por su parte el obispo de Roma– hemos asistido a un buen ejemplo de la cultura del encuentro en Corea. Saludo a los protagonistas con la oración para que este gesto significativo constituya un paso más en el camino de la paz, no sólo en esa península sino en todo el mundo».
En sus saludos a todos los fieles y peregrinos, el Pontífice deseó a los trabajadores un período de descanso en el verano italiano que pueda beneficiar a ellos y a sus familias, y dijo que reza en particular por quienes han sufrido en estos días las consecuencias del intenso calor, a saber, “los enfermos, los ancianos, las personas que tienen que trabajar al aire libre, en las obras” “Que nadie sea abandonado o explotado” rogó.