Las lesbianas, los gais y los bisexuales (LGB) “tienden a ser más escépticos con respecto a las iglesias y otras instituciones religiosas que los heterosexuales” en Estados Unidos, según un estudio del Pew Research Center publicado el pasado 13 de junio.
De hecho, alrededor de 7 de cada 10 estadounidenses LGB consideran que las iglesias y las instituciones religiosas se centran demasiado en las reglas, se preocupan mucho por el poder y el dinero, y se involucran en política.
Por su parte, solo la mitad de los heterosexuales o menos piensan lo mismo; mientras también hay una brecha significativa entre lo que opinan los encuestados de los diferentes grupos sobre cómo protegen la moral en la sociedad estas instituciones.
El informe ‘Lesbian, gay and bisexual Americans are more critical of churches than straight adults are’ (‘Los estadounidenses lesbianas, gais y bisexuales son más críticos con las iglesias que los adultos heterosexuales’) es el resultado de una encuesta realizada a 35.000 adultos estadounidenses en 2014.
“La encuesta preguntó a los encuestados si se identificaban como lesbianas, gais, bisexuales o heterosexuales, pero no preguntaron sobre otros tipos de identidad relacionados con el género y la sexualidad”, aclara el informe.
El estudio también recuerda que, en una anterior encuesta similar realizada por este centro de investigación en 2013, los resultados mostraban que muchos estadounidenses LGB consideran que las principales religiones son hostiles hacia este colectivo.
Además, cabe recordar que las conclusiones de otro reciente informe suyo destacaban que lesbianas, gais y bisexuales son menos religiosos que los heterosexuales.
Se constataba entonces una brecha significativa entre los dos colectivos en cuanto a creer en Dios, asistir a misa, importancia de la religión, rezar o considerar la Biblia como la palabra de Dios.
Pero, en cuestiones como meditar, espiritualidad, o pensar en el significado y propósito de la vida había muchas más coincidencias.
Lo que critican gais y lesbianas
Volviendo al actual estudio, un 70% de gais y lesbianas consideran que las iglesias y otras organizaciones religiosas ponen el foco en demasiadas reglas, mientras que un 67% de los bisexuales opina lo mismo.
Cuando la misma pregunta la responden los heterosexuales, el porcentaje se reduce hasta el 50%, como se puede observar en el siguiente gráfico, reproducido a partir del estudio.
El informe lo resume así, “alrededor de siete de cada diez lesbianas, gais y adultos bisexuales dijeron que las iglesias y otras organizaciones religiosas se centran demasiado en las reglas, en comparación con la mitad de los adultos heterosexuales que dijeron esto”.
Al mismo tiempo, un 68% de gais y lesbianas y un 61% de bisexuales, pero solo el 51% de los heterosexuales, dicen que estas organizaciones “están demasiado preocupadas por el dinero y el poder”.
Una tercera cuestión planteada en la encuesta es si se considera que las iglesias y otras organizaciones religiosas “están demasiado involucradas con la política”.
Las respuestas de los encuestados que están de acuerdo con esta última afirmación son: 71% de gais y lesbianas; 62% de bisexuales; y 47% de heterosexuales, con lo que la brecha aquí entre heterosexuales y gais y lesbianas es la más amplia.
“Los adultos LGB también eran mucho más propensos que los adultos heterosexuales a decir que las iglesias están demasiado involucradas en la política (66% vs. 47%) y están demasiado preocupadas por el dinero y el poder (64% vs. 51%)”, resume el estudio.
También destaca el informe diferencias entre gais y lesbianas y bisexuales: “en algunas preguntas sobre el papel de las organizaciones religiosas en la sociedad, los gais y las lesbianas difieren de los bisexuales”.
“Por ejemplo, los adultos gais y lesbianas eran más propensos que los bisexuales a decir que las iglesias están demasiado preocupadas por el dinero y el poder (el 68% de los gais y lesbianas dijeron esto, frente al 61% de los bisexuales) y están demasiado involucrados en la política (71% vs. 62%)”, concreta.
Moralidad y ayuda a los necesitados
La encuesta también pregunta a los estadounidenses sobre otras cuestiones interesantes: qué porcentajes de ciudadanos consideran que las iglesias y otras organizaciones religiosas fortalecen la moralidad y los lazos comunitarios o desempeñan un papel importante en ayudar a los pobres y necesitados.
Al respecto, un 76% de heterosexuales opina que las iglesias refuerzan la moralidad, mientras solo el 54% de gais y lesbianas y el 59% de bisexuales afirman lo mismo, como se ve en este otro gráfico.
Esa brecha porcentual entre los diferentes colectivos la define así el informe: “por el contrario, los estadounidenses lesbianas, gais y bisexuales eran menos propensos que los estadounidenses directos a decir que las iglesias protegen y fortalecen la moralidad”.
Los porcentajes son más iguales cuando se les pregunta sobre si unen a las personas y protegen los lazos comunitarios: heterosexuales (89%), gais y lesbianas (84%) y bisexuales (85%).
“A pesar de los altos niveles de preocupación de los adultos LGB por la participación de las iglesias en la política y el énfasis en las reglas, están más en línea con los adultos heterosexuales cuando se trata de un atributo positivo percibido de las instituciones religiosas: más de ocho en diez en cada grupo dijo que las iglesias unen a las personas y fortalecen los lazos comunitarios”, cita el informe.
En el gráfico también se aprecia que un 87% de los heterosexuales dice que la iglesia y otras organizaciones religiosas cumplen bien con la función de ayudar a los pobres y necesitados, mientras también opina igual un 84% de bisexuales y un 77% de gais y lesbianas.
Más voluntarios entre los heterosexuales
“Aunque LGB y los estadounidenses heterosexuales en general están de acuerdo con algunos atributos positivos de las iglesias, los adultos heterosexuales parecen estar más involucrados en los esfuerzos voluntarios para organizaciones religiosas”, destaca a continuación el informe.
Como se aprecia en este último gráfico, un 33% de los heterosexuales participó como “voluntario en la última semana”; y también lo hicieron, aunque en menor medida los bisexuales (31%) y lesbianas y gais (30%).
El estudio cita al respecto que “los adultos LGB tenían la misma probabilidad que los adultos heterosexuales de decir que son voluntarios en general: aproximadamente tres de cada diez en cada grupo informaron haberlo hecho en la semana anterior a la realización de la encuesta”.
Sin embargo, “los estadounidenses LGB eran un poco menos propensos a decir que se ofrecieron como voluntarios a través de una organización religiosa (el 6% de los adultos LGB dijeron esto, en comparación con el 10% de los adultos heterosexuales)”, concluye el estudio.