La tremenda historia de Asia Bibi, la mujer católica pakistaní que en 2010 fue condenada a muerte por blasfemia, ha tenido un final feliz. Una simple denuncia sirvió para condenar a una mujer inocente.
Ahora, en la ratificación de una decisión justa y valiente, el Tribunal Supremo de Pakistán ha desestimado la apelación de los islamistas, y tal como había dictado el propio Tribunal el pasado 31 de octubre, Asia Bibi es declarada inocente y se confirma su plena libertad.
Ahora, el problema es cómo podrá disfrutar de esa libertad.