Hay numerosos estudios que demuestran como los sectores sociales con rentas más altas tienen mayor esperanza de vida que los sectores menos adinerados. Ahora el informe que hace público anualmente la OMS confirma que, también entre países, los más ricos garantizan a sus ciudadanos 18 años más de vida que los países menos favorecidos.
Titulado Estadísticas de Salud en el Mundo, el informe de la OMS ha analizado las estadísticas de salud y sanidad de 194 países, y muestra cómo la diferencia en esperanza de vida entre los países ricos y los países en desarrollo incluso supera los 18 años.
El estudio plantea una comparación de la evolución por años, entre 2.000 y 2.016 entre los que la esperanza de vida se incrementó globalmente en 5,5 años pasando de un techo de 66 años de media a 72. Del mismo modo la calidad de vida (esperanza de vida saludable) habría crecido 5 años llegando hasta los 63,3 años.
En cuanto al género, las mujeres, su esperanza de vida continuaría siendo mayor a la de los hombres: 82 años para las mujeres por 79 en el caso de los hombres.
Los ricos, mayor esperanza de vida
Según apunta la OMS, la clave de una vida más longeva es el acceso al sistema sanitario. La diferencia en esperanza de vida entre mujeres y hombres es mucho menor cuando las mujeres no tienen acceso a la sanidad.
En países en desarrollo, por ejemplo, un elemento a considera, en este sentido, es que 1 de cada 41 muertes de mujeres se producen por causas ligadas al parto y la maternidad, cifra que desciende mucho, hasta 1 de cada 3.300, en los países desarrollados.
Otros aspectos a considerar es que, por ejemplo, en más del 90% de países en desarrollo hay menos de 4 enfermeras y matronas por cada mil personas. Las diferencias afectan también a los niños: en países en desarrollo, 1 de cada 14 fallecerá antes de cumplir los 5 años.
Al diferenciar entre sexos las estadísticas, la OMS confirma un dato que no es la primera vez que surge: a igualdad de condiciones de enfermedad y acceso sanitario, los hombres acuden menos a la sanidad que las mujeres. El informe de la OMS pone dos ejemplos: VIH y tuberculosis: en los países afectados de ambas enfermedades de forma generalizada, los hombres se hacen menos la prueba del VIH, acceden menos a terapia antirretroviral, fallecen más por causas ligadas a la enfermedad y buscan menos cuidados sanitarios en casos de tuberculosis.
Otro de los datos conocidos, las mayores tasas de suicidio entre hombres, también lo confirma la OMS, citando un 75% más de casos que entre las mujeres. La tasa de muertes por accidente de tráfico es más de dos veces superior en hombres, y la tasa de muerte por homicidio, más de 4 veces mayor que en mujeres.