Francia ha plantado cara a las noticias falsas y a la desinformación.
Las batallas se libran en el frente político, legislativo, cultural y educativo. Desde la sociedad civil, los profesionales de la información proponen iniciativas. Con buen tino. Un ejemplo es la asociación Entre Les Lignes (Entre líneas), liderada por Sandra Laffont, periodista de la veterana agencia France-Presse.
La estrategia francesa es «bastante única» y «absolutamente notable», explica al New York Times (13-12- 2018) Renee Hobbs, profesora de la Universidad de Rhode Island y especialista en alfabetización mediática.
¿Cómo ha conseguido Francia coordinar esfuerzos para crear un programa de educación nacional? La idea de Laffont y sus colegas creció en un terreno bien preparado. En los años 70 ya estaban asentadas las bases del CLEMI (Centro de Educación en Medios e Información), un organismo que depende del Ministerio de Educación. Dirigido por un periodista y con la orientación de profesionales de la educación, ofrece recursos para profesores y organiza concursos de periodismo en los colegios. «NO SE TRATA DE HACER QUE NUESTROS ESTUDIANTES SEAN PERIODISTAS EN CIERNES, SINO CIUDADANOS ILUSTRADOS»