En la madrugada del pasado 5 de enero, un tiroteo efectuado en una bolera de la localidad de Torrance, en el condado estadounidense de Los Ángeles, causaba tres víctimas mortales y cuatro heridos.
Es el último de los sucesos relacionados con las armas de fuego en Estados Unidos, una cuestión objeto de intenso debate y polémica en el seno de la sociedad norteamericana, que tiende a repetirse con demasiada frecuencia y con resultados en ocasiones muy trágicos.
Cabe recordar, por ejemplo, el tiroteo en Las Vegas en octubre de 2017 en el que Stephen Paddock, de 64 años, acabó con la vida de 58 personas y causó heridas a más de 500, reabriendo así una vez más el debate sobre las armas en Estados Unidos.
Al respecto, uno de los diez hechos significativos para los estadounidenses de la era Trump es precisamente la facilidad con que, de vez en cuando, se suelen producir tiroteos en las escuelas. Tanto es así que el 57% de los adolescentes estadounidenses entre 13 y 17 años temen encontrarse con un suceso parecido en su propio centro escolar.
Las cifras de las armas de fuego
La preocupación está más que justificada ante algunas cifras de las estadísticas relacionadas con las armas de fuego. Según una información de la CNN, los estadounidenses tienen el 48% de los 650 millones de armas en poder de los civiles en el mundo.
Además, se calcula que ya en 2009 había aproximadamente 310 millones de armas de fuego disponibles para los civiles estadounidenses, según un informe del Instituto Nacional de Justicia.
De hecho, los norteamericanos tienen más armas per cápita que los residentes de cualquier otro país en el mundo. Mientras Estados Unidos tiene menos del 5% de la población global, el 31% de los atacantes en tiroteos masivos viven en territorio estadounidense.
Todo ello constata que las armas están profundamente arraigadas en la sociedad de Estados Unidos, mientras su Segunda Enmienda a la Constitución otorga a los ciudadanos el derecho a portar armas: aproximadamente tres de cada diez adultos estadounidenses poseen un arma.
Uno de los argumentos para defender este fenómeno es que la mayoría de estos propietarios de armas de fuego dicen que el derecho a poseerlas es esencial para su propio sentido personal de libertad.
En cualquier caso, en la estadística de asesinatos y suicidios, casi 40.000 personas murieron a causa de la violencia relacionada con armas en los Estados Unidos en 2017, el total anual más alto en décadas.
7 hechos acerca de las armas de fuego
Ante todo este escenario, el informe del Pew Research Center sobre ‘7 facts about guns in the U.S.’ (‘7 hechos sobre las armas en los EE.UU.’), publicado el pasado 27 de diciembre, viene a clarificar un poco la cuestión.
El estudio constata siete hechos reveladores “sobre las experiencias y actitudes de los estadounidenses con respecto a las armas de fuego”, según la encuesta de este centro de investigación realizada entre marzo y abril de 2017.
1. Tres de cada diez adultos estadounidenses (30%) dicen que poseen un arma y un 11% adicional dicen que viven con alguien que la tiene, como se puede observar en este gráfico, reproducido a partir del estudio.
El porcentaje de personas que viven en una casa donde no hay armas es del 57%; pero, al mismo tiempo, casi la mitad de los adultos estadounidenses (48%) crecieron en una casa con armas, casi seis de cada diez (59%) tienen amigos que poseen armas y alrededor de siete de cada diez (72%) han disparado un arma en algún momento de sus vidas, incluido el 55% de aquellos que nunca han sido dueños de un arma personalmente, agrega el estudio.
Además, entre los estadounidenses que poseen una pistola, casi dos tercios (66%) dicen que poseen más de una, incluido el 29% que posee cinco o más. La gran mayoría de los propietarios de armas (72%) posee una pistola, mientras el 62% tiene un rifle y el 54% una escopeta. Alrededor de las tres cuartas partes de los propietarios de armas (73%) dicen que nunca podrían verse a sí mismos sin poseer una pistola, concluye en este punto el informe.
2. La protección encabeza la lista de razones por las cuales los dueños de armas tienen una pistola. Así lo afirman dos tercios de los propietarios de armas (67%). Otras razones con menor porcentaje justifican su posesión: caza (38%), el tiro deportivo (30%), la recolección de armas (13%) o su trabajo (8%).
Si bien los hombres y las mujeres tienen la misma probabilidad de citar la protección (65% y 71%, respectivamente) como una razón importante por la que poseen un arma, ellas tienen más probabilidades que ellos de citar la protección como la única razón (27% de las mujeres y 8% los hombres).
La mayor proporción de dueños de armas masculinos que de mujeres apunta a la caza (43% frente al 31%) y al tiro deportivo (34% frente al 23%) como las principales razones para la posesión de armas.
Aunque la protección es la principal razón, tanto si viven en un área urbana, suburbana o rural, los propietarios de armas rurales son mucho más propensos que sus homólogos urbanos y suburbanos a decir que la caza es una de las principales razones por las que poseen un arma de fuego (el 48% de los propietarios de armas rurales dicen esto, en comparación con el 34% de los habitantes de los suburbios y el 27% de los habitantes de las zonas urbanas).
3. La mayoría de los estadounidenses dicen que las leyes sobre armas de fuego deberían ser más estrictas. Cerca de seis de cada diez adultos de Estados Unidos (57%) dicen que las leyes sobre armas de fuego deberían ser más estrictas, como se puede ver en este otro gráfico.
Son datos de otra encuesta del Pew Research Center realizada entre septiembre y octubre de 2018. En el gráfico se puede ver también que porcentajes más pequeños dicen que son correctas (31%) o que deberían ser menos estrictas (11%).
Sin embargo, estos puntos de vista difieren considerablemente según el partido: ocho de cada diez demócratas e independientes de tendencia demócrata (80%) dicen que las leyes sobre armas de fuego deberían ser más estrictas, mientras que solo el 28% de los republicanos y los partidarios del Partido Republicano dicen lo mismo.
Por su parte, los republicanos son mucho más propensos que los demócratas a decir que las leyes sobre armas de fuego son correctas (52% vs. 15%) o deberían ser menos estrictas de lo que son hoy (20% vs. 4%).
Los partidarios también están profundamente divididos sobre si es más importante controlar la posesión de armas o proteger los derechos de las armas, según la misma encuesta.
Alrededor de las tres cuartas partes de los republicanos (76%) dicen que es más importante proteger el derecho de los estadounidenses a poseer armas que a controlar la propiedad de armas, mientras que solo el 19% de los demócratas está de acuerdo. Esa brecha partidaria de 57 puntos porcentuales está por encima de la brecha de 29 puntos en 2008, señala el estudio.
4. Muchas propuestas de política de armas están políticamente divididas, pero hay algunas en las que los republicanos y los demócratas están de acuerdo.
Alrededor de nueve de cada diez republicanos y demócratas (el 89%) dice que a las personas con enfermedades mentales se les debería impedir comprar armas. Casi el mismo porcentaje en ambos partidos (86% de los demócratas y 83% de los republicanos) dicen que a las personas en las listas federales de exclusión o de vigilancia se les debe prohibir la compra de armas de fuego. Y la mayoría de los demócratas (91%) y los republicanos (79%) están a favor de la verificación de antecedentes para la venta privada de armas y las ventas en ferias de armas.
Otras propuestas ponen en evidencia las divisiones partidistas. Los republicanos son mucho más propensos que los demócratas a favorecer que los maestros y funcionarios escolares puedan portar armas en las escuelas primarias y secundarias (69% frente al 22%) y que las personas puedan llevar armas ocultas en más lugares (68% frente al 26%).
5. Los estadounidenses están divididos sobre si restringir la posesión de armas legales llevaría a menos tiroteos en masa, según el informe de la encuesta de otoño de 2018.
Casi la mitad de los adultos (47%) dice que habría menos tiroteos en masa si fuera más difícil para las personas obtener armas legalmente, mientras que una proporción similar (46%) dice que no habría diferencia, y muy pocos (6%) dicen que habría más, como se ve en la parte baja de este gráfico.
Los estadounidenses también están divididos cuando se les pregunta acerca del impacto potencial de la posesión de armas de fuego sobre el crimen. La parte superior del gráfico muestra que, mientras el 37% de los adultos estadounidenses dice que habría más crimen si más estadounidenses tuvieran armas, el 33% dice que no habría diferencia y el 29% dice que habría menos crimen.
6. Muchos estadounidenses dicen que conocen a alguien que ha recibido un disparo. Una parte significativa de los estadounidenses (44%) dice que conoce personalmente a alguien que ha recibido un disparo, ya sea accidental o intencionalmente, según la primera encuesta citada, la de la primavera de 2017.
La mayoría de los adultos negros (57%) lo afirma, en comparación con el 43% de los blancos y el 42% de los hispanos. Los propietarios de armas de fuego tienen más probabilidades de conocer a alguien que ha recibido un disparo (51% frente al 40%) que quienes no lo son.
Por separado, aproximadamente una cuarta parte de los estadounidenses (23%) dice que alguien ha usado un arma para amenazar o intimidarlos a ellos o a alguien de su familia. Nuevamente hay una brecha racial: alrededor de un tercio de los negros (32%) lo asegura, en comparación con el 20% de los blancos. Y una cuarta parte de los hispanos (24%) también señala que les ha sucedido a ellos o a sus familiares.
7. En 2017 hubo más muertes con armas de fuego en los Estados Unidos que en cualquier otro año en décadas. Así lo certifican los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Como muestra este último gráfico, los casi 40.000 estadounidenses que murieron por lesiones relacionadas con armas en 2017 marcaron un aumento del 19% con respecto a 2012 y el total anual más alto desde mediados de los años noventa, destacan los responsables del estudio.
Ese aumento de muertes por armas de fuego durante cinco años incluyó el de un 15% en los suicidios relacionados con un arma y un aumento del 25% en los asesinatos relacionados con un arma de fuego.
Teniendo en cuenta los cambios generales de la población, en 2017 hubo 12 muertes relacionadas con armas de fuego por cada 100.000 personas, un aumento del 14% en comparación con cinco años antes, como se ve a la derecha del gráfico.
Sin embargo, a pesar del reciente aumento, la tasa de muertes relacionadas con armas de fuego fue considerablemente más alta a principios y mediados de la década de 1990: en 1993, por ejemplo, hubo 15,6 muertes por arma de fuego por cada 100.000 personas, concluye el estudio.