Los bajos salarios, cada vez más generalizados, contrastan con el crecimiento de la pensión media. La pensión media declarada ha crecido seis veces más que el salario medio desde el inicio de la crisis. La prestación de jubilación media ha aumentado un 37% desde 2007, mientras que el sueldo ha avanzado un 6% en ese mismo periodo. La desigualdad, más acentuada, se vuelve en un una tarea más importante para afrontarla por parte de los gobiernos.
A este fenómeno se le tiene añadir la distancia cada vez mayor entre el sueldo mínimo y los sueldos más altos. Ha sido a raíz del estallido de la crisis económica cuando el nivel adquisitivo de los ciudadanos se ha vuelto más dispar.
De vuelta con la pensión media, ligada al IPC, continua creciendo por su vinculación a la inflación (3,2% más que el ejercicio anterior). En el mes de noviembre, con una cifra de 9.287 millones de euros, ha marcado un máximo histórico.
En apenas 10 años, la nómina mensual se ha disparado más de un 50%. En concreto, a cierre de 2008 el dato estaba en 6.138 millones, mientras que la última cifra oficial muestra un repunte de más de 3.100 millones de euros en la última década.
Este incremento se debe a que el número de pensionistas ha crecido con fuerza, pero también al notable repunte en la cuantía de las prestaciones. De hecho, este segundo factor es el que más peso tiene, ya que en los últimos diez años el número de pensionistas ha pasado de 8,4 a 9,6 millones; esto es, se ha producido un aumento de un 15%.
El abultado déficit del sistema se verá acentuado en los próximos años e incluso décadas, los Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero y de Mariano Rajoy introdujeron medidas impopulares pero, según la mayor parte de los organismos económicos nacionales e internacionales, necesarias (como el aumento de la edad de jubilación entre otras).
