La descompensación formativa de los jóvenes en España no era un dato desconocido. El desequilibrio producido entre los estudiantes de grados universitarios frente a los de ciclo medio y superior no mejora el paro juvenil.
La situación educativa, con una alta tasa de abandono de estudios superiores (ciclo superior y grados universitarios), se le añade las proyecciones a medio plazo que que han realizado las agencias Cedefop y Eurofound, de la Unión Europea. En este estudio se confirman los datos que publica trimestralmente el Instituto Nacional de Estadística: las tasas de escolarización de FP de grado medio no es suficiente. En comparación con la media de la OCDE, España registra más del doble (26%).
Por este motivo esta previsión alerta de que España necesitará en 2030 más empleados con estudios de FP que universitarios.
“La FP tiene una imagen social injusta, que no se corresponde con el momento que vivimos. No son trabajos de baja cualificación. Hay que prestigiarla”, ha declarado esta semana el presidente Pedro Sánchez frente a 400 empresarios y miembros de la comunidad educativa en un foro en el que anunció cambios en el sistema para potenciar ese modelo.
Sin embargo, Sánchez no anunció la creación de nuevas plazas, uno de los temas que más preocupa a empresarios y sindicatos. “Faltan 150.000 plazas para equipararnos con los países europeos líderes en FP (Alemania, Suiza, Holanda, entre otros)”, indica Alicia Coronil, del Círculo de Empresarios. La media en esos países es de 60 plazas por cada 100 alumnos; España tiene 33. En Madrid, más de 30.000 alumnos se han quedado este año sin plaza en FP de grado medio y superior, lamenta Isabel Galvín, de CC OO.
El 30% de los jóvenes demandantes de empleo ocultan su formación real en el currículo para no ser descartados en los procesos de selección, señalan desde Adecco, empresa de recursos humanos. A su vez, el empleo dirigido a titulados en FP prácticamente ha alcanzado al de los graduados universitarios: un 40,3% de las ofertas de trabajo van dirigidas a candidatos con esa formación, ocho puntos más que en 2017 y solo 0,2 puntos menos que las que se dirigen a titulados universitarios.
El objetivo del Gobierno es conseguir enfocar a muchos de los jóvenes que abandonan los estudios hacia ese modelo y, para ello, destinarán recursos para mejorar los sistemas de asesoramiento académico y profesional en los centros de secundaria, un servicio que en la actualidad no funciona de forma efectiva, según reconocen desde el Ministerio de Educación.