La fijación de El País contra los católicos y, por extensión, contra la Iglesia es proverbial. Pero se ha enconado en un grado nunca visto con la nueva directora, Soledad Gallego-Díaz, y la también nueva responsable de opinión, Máriam Martínez-Bascuñán. El elemento más distintivo de esta agresión es la campaña para promover la delación sobre supuestos abusos que ha desencadenado, convirtiéndose así en el primer periódico de relieve que rompe de esta manera con el principio de no fabricar la información que publica. También, sistemáticamente viene presentando las inmatriculaciones como un hecho indebido, y es capaz de presentar sin enrojecer que la titularidad eclesial de una catedral, caso de la de Córdoba, no es de la Iglesia. Lo que a cualquier propietario consagrado por el uso secular no solo se le acepta, sino que se le defiende, pero, si es la Iglesia resulta motivo de vituperio. También desempolva la fake news de los privilegios fiscales, cuando en realidad la Iglesia se acoge al régimen fiscal de fundaciones, ONG, y otras entidades sin ánimo de lucro, de la que también participan partidos y sindicatos.
En todo su inventario de ataques, el último, merecedor de un editorial, acusa a la escuela concertada de cometer un delito por cobrar cuotas a los padres, sosteniendo la falsedad rotunda de que el concierto cubre el coste de la plaza, cuando es obvio que como mucho alcanza al 70% de la misma. ¿Cómo van a cubrir la diferencia los centros concertados si no es con aportaciones? Que ajusten el concierto al coste por plaza de la pública y entonces podrán exigir la supresión de las cuotas injustificadas.
Ahora hace falta ver, como en otras épocas, si el PSOE y el gobierno están al servicio de un periódico o tienen vida propia. En cualquier caso, es evidente que El País de Soledad Gallego y Máriam Martínez respira sectarismo.
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[…] Las fake news de El PaísLa fijación de El País contra los católicos y, por extensión, contra la Iglesia es proverbial. Pero se ha enconado en un grado nunca visto con la nueva directora, Soledad Gallego-Díaz, y la también nueva responsable de opinión, Máriam Martínez-Bascuñán. El elemento más distintivo de esta agresión es la campaña para promover la delación sobre supuestos abusos que ha desencadenado, convirtiéndose así en el primer periódico de relieve que rompe de esta manera con el principio de no fabricar la información que publica. […]