Por Enric Barrull
Conmovedoras fueron las palabras del Papa a las familias, durante su visita a Irlanda, sobre la necesidad de bautizar a los niños cuanto antes para que entre en ellos pronto el Espíritu Santo; o cómo se enseña a los niños a hacer la señal de la cruz; o las referencias a las suegras y a la nueras, en el festival de las familias; o esa llamada de atención a los peligros de la “guerra fría en la familia”; o el reproche a los sacerdotes que en el confesionario escarban en las conciencias y preguntan demasiado; o la afirmación de que los niños que lloran nos traen la música más hermosa de la esperanza; o esa afirmación de que “un matrimonio que no riñe es un poco aburrido”…
Perlas de sabiduría y experiencia que, sin duda, ayudarán a no pocos a pensar en lo esencial cristiano para el futuro de la humanidad, el Evangelio de la vida y de la familia.