El primer párrafo de un reciente escrito internáutico a cargo de D. Gonzalo Fernández de la Mora y Varela , titulado “recuerdo de D. Gonzalo Fernández de la Mora y Mon” , dice esto:
<<Gonzalo Fernández de la Mora y Mon nace en Barcelona el 30 de abril de 1924, y cursó en la Universidad de Madrid las carreras de Filosofía y Letras (rama de Filosofía pura) y Derecho, licenciándose en ambas en 1945 con premio extraordinario. Con 23 años ingresa por oposición en la carrera diplomática, y en 1950 se casa con Isabel Varela, con quien llegaría a tener cuatro hijos. En 1952 inicia su colaboración en ABC, el diario de la derecha monárquica española, con el que mantendría una fecunda relación durante muchos años. En 1956 es nombrado miembro del Consejo Privado del Conde de Barcelona (abuelo de D. Felipe VI), en 1969 Subsecretario de Asuntos Exteriores, en 1970 Ministro de Obras Públicas y en 1972 Académico de Ciencias Morales y Políticas. En 1983 funda la revista de pensamiento Razón Española, desde la que defiende una concepción humanista del mundo. Fallece en su residencia de Madrid el 10 de febrero de 2002 a los 77 años de edad.>>
Más adelante este mismo escrito señala lo siguiente:
<<En filosofía, Fernández de la Mora inició en 1982 un nuevo movimiento filosófico, el razonalismo, que difundió desde la revista Razón Española. El razonalismo ha dado origen a cuatro libros de honda indagación antropológica, que son: el citado “La envidia igualitaria”, “El hombre en desazón”, “Sobre la Felicidad”, y el todavía inédito, “El búho de Minerva”, formado por los editoriales de Razón Española.
¿Qué es el razonalismo? Es la aplicación de la razón en todas las áreas de la vida humana. Ello tiene numerosas consecuencias tanto en el aspecto intelectual como en el moral. Desde la perspectiva intelectual, y basado en el razonalismo, De la Mora, a partir del dualismo pathos/logos, es decir, emotividad frente a razón, lleva a cabo una nueva interpretación de los principales filósofos españoles, destacando en ellos la «razonabilidad», y criticando sus aspectos irracionales. De acuerdo con este criterio, seleccionó los seis filósofos más relevantes del siglo XX español, que son: Zubiri, Amor Ruibal, Ortega y Gasset, D´Ors, García Morente y Millán Puelles.
Desde la perspectiva moral, y como resultado del razonalismo, Fernández de la Mora elabora una nueva teoría de la ética. En ésta, la decisión entre lo que es el bien y el mal no depende de la tradición o de la revelación, sino del análisis racional, teniendo como meta el bien de la especie humana. La ética que se deduce del razonalismo es, a grandes rasgos, el estoicismo, pero con una diferencia esencial: impasibilidad no, autodominio si. No todo lo emotivo es lastre, antes al contrario, hay sentimientos magníficos como la misericordia y el amor al prójimo. «La predominante consigna existencial no es tanto vivir según el logos cuanto sentir según la razón», como dijo Fernández de la Mora. Ni la indiferencia y la renuncia absolutas, ni la pasiva entrega a las pasiones. La consigna realista es desear y conmoverse razonablemente.>>
No he leído absolutamente nada (por ahora) de la revista de pensamiento Razón Española. Sí he leído tres veces un artículo publicado con posterioridad al fallecimiento de D. Gonzalo Fernández de la Mora y Mon. Desde Francia creo. Hay que estar abierto a lo que exponen otros, eliminando en la propia lectura la diatriba ideológica clasificatoria al uso de quien publica. Recogiendo los aspectos de fondo relevantes. Cliqué en el buscador la frase razonalismo versus racionalismo y apareció esto publicado por Florence Belmonte. (lo de PILAR son unas siglas acrónimas). En su zenit personal D. Gonzalo Fernández de la Mora y Mon se apartó de la política en plena Transición española fundando en los años 80 del siglo XX la revista Razón Española.
Con todo yo prefiero no inscribirme en ningún ismo y todavía menos dejarme clasificar en alguno. Y al mismo tiempo recoger de los canónicamente correctos lo que me aportan y aportan a la sociedad. Yo soy cristiano católico por la gracia de Dios por más que en genérico se apele al cristianismo y al catolicismo. Cuando los ismos se introducen en la política mal asunto. Antes se han incorporado en los esquemas de pensamiento. Los ismos son una manifestación clara del diabólico divide y vencerás. Existe una tendencia a materializar ismos para clasificar. Cuando esto afecta a las personas, hombres y mujeres, más allá de lo razonable, fácilmente se cae en el ismo concesivo no argumentado. Si ya existe se cae en él mediante adherencia gratuita. Y si no existe se inventa el ismo. El modo intelectual idóneo para no caer en ellos es el acceso al conocimiento legado por los sabios desde la Antigüedad.
Si se hace esto último todos los ismos quedan trascendidos. Si no se hace estamos todos a merced del ismo de turno, de espaldas a la sabiduría argumentada, estudiada y asimilada en el devenir de la Historia. Sabiduría que no guarda relación con ningún ismo. El platonismo no existe; el aristotelismo y el tomismo, tampoco. Lo que existe es ignorancia supina generalizada de los sabios Platón y Aristóteles. Y todavía más de la verdadera sabiduría de Tomás de Aquino. Los sabios no crean ismos; la ignorancia de sus obras y su estudio, sí. Se toma partido con facilidad por la bandera de enganche del ismo. Con lo cual el Mito de la Caverna del libro VII de República del sabio Platón tiene permanente actualidad.
El ascenso platónico hacia la Unidad, la Verdad, la Belleza y el Bien implica no mirar hacia atrás, so pena de quedar petrificado (o salificado), como la mujer de Lot que prefirió contemplar la destrucción de Sodoma y Gomorra. El ascenso hacia la Verdad requiere compromiso de minoría. De minoría elegida por Dios validando en uno mismo el poema de Santa Teresa de Jesús:
<<VIVO SIN VIVIR EN MI Y TAN ALTA VIDA ESPERO, QUE MUERO PORQUE NO MUERO>>