Por José Morales
Con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, los obispos españoles hacían público un mensaje, lo dedicaban a los jóvenes y a la comunicación. Habría que destacar, quizá, de entre los variados aspectos de la propuesta de los obispo de la Comisión de Medios, la utilización del concepto de verdad y del de virtud. Un concepto, el de virtud, ahora de moda en determinadas escuelas filosóficas, de tradición post-aristotélica, y que viene a completar las carencias del concepto valor, que tanto ha proliferado en algunas formas de educación cristiana.
La celebración de la Jornada, con un tema tan específico, no parecía que diera pie a plantear algunas otras tareas urgentes en la comunicación en España y en la comunicación de la Iglesia. Bueno, urgentes o importantes, que esta relación parece que no está clara.
Quizá no haya que dejar pasar la oportunidad histórica de plantear, en algún momento, o en algún lugar, la cuestión de la fake news religiosas, es decir, las noticias falsas o distorsionadas sobre contenido informativo referido a la religión, a la Iglesia, a los obispos que tanto abunda en nuestros días.