¿Hasta qué punto algunas cuestiones sociales, como la inmigración y los derechos de gays y lesbianas; o políticas, como el funcionamiento de las administraciones y su intervención en las empresas, preocupan a la opinión pública en los países occidentales?
Una respuesta a esta pregunta la facilitan las conclusiones del informe ‘How Americans and Western Europeans compare on 4 key social and political issues’ (‘Cómo se comparan los estadounidenses y los europeos occidentales ante 4 cuestiones sociales y políticas clave’), elaborado por el Pew Research Center.
El estudio, publicado el pasado 17 de agosto, constata que, en materia social, la mayoría de encuestados ven beneficio económico en los inmigrantes y apoyan ciertos derechos de gays y lesbianas.
Al mismo tiempo, en el terreno de la política, la mayor parte de los ciudadanos muestra poca o ninguna confianza en los funcionarios. Y, cuando se les pregunta sobre la posibilidad de una regulación gubernamental de los negocios, está bien vista en Europa y menos en Estados Unidos, donde solo la mitad de los estadounidenses comparten esa opinión.
El informe se basa, por una parte, en una encuesta realizada entre octubre y diciembre de 2017 en ocho países de Europa Occidental, y en encuestas nacionales representativas de Estados Unidos realizadas en 2017 y 20181.
1. Los inmigrantes, beneficiosos
Una primera cuestión que aborda el estudio es el fenómeno de la inmigración. Al respecto, “la mayoría de los estadounidenses y los europeos occidentales ven a los inmigrantes como beneficiosos para sus economías en lugar de gravosos”, como se puede observar en el siguiente gráfico, reproducido a partir del estudio.
Así, prácticamente dos tercios de los estadounidenses (65%) consideran que “los inmigrantes fortalecen el país debido a su arduo trabajo y talentos, mientras que solo el 26% dice que los inmigrantes son una carga porque aceptan empleos, vivienda y atención médica”, afirma el informe.
Al mismo tiempo, en Europa Occidental, “una media del 66% dice que los inmigrantes fortalecen sus respectivas economías”, añade.
En el caso de España, ese porcentaje es del 61%, y entre el resto de países analizados, el porcentaje se eleva hasta el 72% en Suecia y Reino Unido, seguidos de Alemania y Dinamarca (66%), Holanda (65%), y Francia (54%).
Italia, con un 45%, es el país que muestra un porcentaje más bajo a la hora de valorar que la economía se ve reforzada por el trabajo duro y el talento de los inmigrantes. En sentido contrario, muchos italianos “dicen que los inmigrantes son una carga para la economía porque quitan empleos”.
2. “Ciertos derechos de gays y lesbianas”
Otra cuestión social que aborda el estudio es la opinión de los encuestados acerca de cuestiones que atañen a gays y lesbianas. En ese sentido, “la mayoría de los europeos occidentales y estadounidenses apoyan ciertos derechos para gays y lesbianas”, dice en sus conclusiones.
“En todos los países de Europa Occidental, excepto en Italia, aproximadamente dos tercios o más dijeron que los gays y las lesbianas deberían poder adoptar niños.
De hecho, “Italia fue el único país encuestado en el que más personas se opusieron (52%) a la adopción por parejas del mismo sexo”, apoyada por un 42%.
En Estados Unidos, la aceptación de la homosexualidad está creciendo: la mayoría de los estadounidenses dijo el año pasado que la sociedad debería aceptar la homosexualidad y que los gays y las lesbianas deberían poder casarse legalmente.
3. Europeos y estadounidenses, “frustrados con los funcionarios”
Por otra parte, la encuesta planteó a europeos occidentales y estadounidenses qué opinión les merece el funcionamiento de cargos políticos electos, y los resultados apuntan a que ambos “comparten un nivel similar de escepticismo sobre los funcionarios electos”, como muestra este otro doble gráfico.
Muchos de los encuestados “están frustrados con los funcionarios electos, pero pocos dicen que la gente común lo haría mejor”, titula el gráfico.
Cuando se plantea qué porcentaje en cada país dice que “a la mayoría de los funcionarios electos no les importa lo que piense la gente como yo”, la media de los países que corroboran esta afirmación es del 64%.
De hecho, en seis de los ocho países europeos encuestados, más de la mitad de la población piensa que a la mayoría de los funcionarios no les importa lo que piensen los ciudadanos.
Son los casos de España (81%), el país más escéptico ante esta cuestión, Italia (77%), Francia (69%), Reino Unido (67%), Alemania (61%) y Holanda (51%); mientras Dinamarca (44%) y Suecia (34%) no son tan críticos.
De manera similar, “tres cuartas partes de los estadounidenses dijeron en una encuesta de enero-febrero de 2018 que tenían poca o ninguna confianza en los funcionarios para actuar en el mejor interés del público”, es decir el 75%.
Por otra parte, en la parte inferior del doble gráfico se puede constatar que los estadounidenses y los europeos occidentales coinciden en el porcentaje de quienes creen que “la gente común haría un mejor trabajo para resolver los problemas del país que los funcionarios electos”.
“Una media del 44% de los europeos occidentales dijo que los ciudadanos harían un mejor trabajo, al igual que el 44% de los estadounidenses en una encuesta separada de marzo de 2018”, destaca el estudio.
“Sin embargo, aproximadamente la mitad de los franceses, italianos y españoles confiaron más en la sabiduría de sus conciudadanos para resolver los problemas de su país que sus funcionarios”, concluye en este apartado.
4. ¿Los gobiernos deben regular los negocios?
Una última cuestión que plantea el estudio a los encuestados es si los gobiernos deben, o no, regular sobre las empresas.
Las respuestas constatan que “la mayoría de los europeos occidentales apoyan la regulación gubernamental de los negocios. Pero, los estadounidenses están divididos sobre si la regulación es necesaria para el interés público, como se ve en este último gráfico.
“La gente en toda Europa occidental generalmente cree que es bueno para la sociedad si el Gobierno regula los negocios. En los ocho países encuestados a fines del año pasado, una media del 57% dijo que esto es bueno”, señala el informe.
Al respecto, “los públicos en España (72%) y el Reino Unido (68%) son especialmente positivos sobre la regulación gubernamental de los negocios”, concreta.
El resto de países analizados muestra estos porcentajes: Suecia (58%), Italia (60%), Francia y Alemania (55%), Dinamarca (53%) y Holanda (51%).
Por su parte, en Estados Unidos no lo tienen tan claro: “el verano pasado, los estadounidenses estaban divididos sobre si la regulación gubernamental de los negocios es necesaria para proteger el interés público (50%) o generalmente hace más daño que bien (45%)”, concluye el informe.
