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El divorcio conflictivo, causa de mayor fracaso escolar en los hijos

Familia, ZIzquierda

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El número de divorcios en España se ha triplicado de largo en los últimos 15 años. De los 37.586 que hubo en 2001 se ha pasado a 114.019 en 2016. Además, hay una relación causa-efecto entre los divorcios conflictivos y el fracaso escolar de los hijos.

Por una parte, “aunque pueda parecer que la ruptura de la pareja puede disolver el conflicto, se calcula que entre un 24% y un 33% de las familias que acaban divorciándose siguen arrastrando conflictos pasados dos años de la separación”, afirma Sandra Escapa, profesora del departamento de Sociología de la Universidad de Barcelona.

En su estudio ‘Los efectos del conflicto parental después del divorcio sobre el rendimiento educativo de los hijos’, que analiza el efecto del divorcio sobre el rendimiento escolar de los hijos, esta experta socióloga concluye, entre otras cuestiones, que “los hijos de padres divorciados que mantienen una relación conflictiva tienen una probabilidad más alta de tener peores resultados educativos que los hijos de divorciados sin conflicto y los de hogares biparentales”.

Otra de las conclusiones del estudio apunta a que “los adolescentes que viven con uno de sus progenitores por motivos distintos a la separación o divorcio (ya sean hogares monoparentales o reconstituidos) tienen una probabilidad similar a los hijos de divorciados con conflicto en lo que se refiere al rendimiento educativo”.

El estudio fue publicado en el número 158 de la Revista Española de Investigaciones Sociológicas (REIS) y se basa en el análisis de las respuestas dadas por 2.731 adolescentes catalanes de entre 13 y 16 años en el momento de la entrevista.

En las respuestas dadas por uno de los dos progenitores, en el 79,3% quien contestó fue la madre. El 81,7% de los adolescentes de la muestra vive con sus padres biológicos; el 12,3% son familias monoparentales y el 6% son familias reconstituidas (viven con uno de sus progenitores y la nueva pareja). En el caso de los que viven con uno de sus padres, la causa es el divorcio en el 72,3% de los casos.

Los hijos de padres con una mala relación tras separarse tienen tres veces más probabilidades de suspender que los de padres con una relación cordial tras divorciarse
Los hijos de padres con una mala relación tras separarse tienen tres veces más probabilidades de suspender que los de padres con una relación cordial tras divorciarse

Divorcios con conflicto, el triple de fracaso

Tras el divorcio, que conlleva un proceso doloroso para todos los miembros de la familia, los hijos ven cómo su mundo se desestabiliza ante la nueva situación y eso afecta también al rendimiento escolar.

¿En qué medida? Según el informe elaborado por Escapa, los hijos de padres que mantienen una mala relación tras separarse tienen tres veces más probabilidades de suspender que los escolares cuyos padres se divorcian y mantienen una relación cordial entre ellos, como se puede observar en la siguiente tabla, reproducida a partir del estudio.

La tabla está realizada con datos del 2006, y hace referencia a estas estructuras familiares: Biparental (con 2.264 casos de los 2.731 encuestados); Separación o divorcio con conflicto (107 casos); Separación o divorcio sin conflicto (142); Separación o divorcio sin relación (107); y Otras situaciones con un progenitor (111 casos)

Diferentes estructuras familiares, divorcios y rendimiento escolar
Diferentes estructuras familiares, divorcios y rendimiento escolar

Si se contrastan los resultados de los 107 divorcios con conflicto, donde ha suspendido un 16,8% de los hijos sobre ese total, con el de los 142 sin conflicto, con solo el 5,6% de suspensos, se constata que la proporción es de 3 a 1.

Para la socióloga autora del informe, cuando los padres divorciados mantienen una comunicación fluida y respetuosa, sus hijos también tienen en muchos casos menos probabilidades de suspender que los que viven con ambos progenitores, donde el porcentaje de los que suspenden sobre el total de 2.264 “biparentales” es del 8,6%.

En ese sentido, la ruptura puede ser en ocasiones preferible a mantener una relación de pareja conflictiva. Escapa considera que el factor conflicto es “más determinante que el de divorcio”.

En la tabla también se ve que los porcentajes de suspensos sobre los totales de “divorcios sin relación” (19,6%) y “otras situaciones con un progenitor”, relativos a hogares monoparentales o reconstituidos (17,1%) son superiores a los anteriores y, por tanto, igual o más preocupantes.

Cuando se observan los resultados de “excelente” en la evaluación, se constata la lógica a la inversa de lo dicho hasta ahora con los suspensos, aunque en el caso de los “biparentales” la diferencia favorable en puntos porcentuales respecto al resto es más significativa.

Otra cuestión a destacar en la tabla es el porcentaje de suspensos y excelentes en relación al sexo de los estudiantes. Del total de 2.731 encuestas el 43,5% se refería a chicos y el 56,5% a chicas. Pues bien, entre ellos, el 12,5% suspendieron y el 11,7% excelente. Sin embargo, ellas suspendieron mucho menos (7,3%) y obtuvieron excelente en mayor medida (18,5%), lo que viene a constatar lo dicho en otros estudios:  el fracaso escolar es más cosa de ellos.

Cada 4 años, casi 100.000 chicos o chicas están en riesgo de fracaso escolar debido a un divorcio conflictivo
Cada 4 años, casi 100.000 chicos o chicas están en riesgo de fracaso escolar debido a un divorcio conflictivo

¿A cuántos niños afecta?

A la vista de las conclusiones y estadísticas del estudio de la socióloga Sandra Escapa, cabe preguntarse cuál sería el número de familias e hijos a los que los divorcios han llevado recientemente a un bajo rendimiento escolar de los pequeños.

La respuesta a esta pregunta se puede deducir de los datos difundidos el pasado lunes, 25 de septiembre, por el Instituto Nacional de Estadística (INE) cuando advertía de que “cuatro de cada 10 divorcios tienen lugar entre los 40 y los 49 años”, como se puede ver en este gráfico, reproducido a partir de una información publicada por La Vanguardia al día siguiente.

Franjas de edades con el número de divorcios desde 2013 a 2016
Franjas de edades con el número de divorcios desde 2013 a 2016

Efectivamente, en el gráfico se aprecia que, de los 96.824 divorcios que según el INE hubo en 2016 (la cifra difiere de los 114.019 con datos del estudio antes mencionado), 38.313 fueron en la franja de edad entre 40 y 49 años.

En cualquier caso, para el análisis que nos ocupa respecto a cómo afectan los divorcios en el rendimiento escolar, si calculamos los divorcios entre los 30 y los 59 años, edades aproximadas en las que los hijos de estos divorciados pueden estar estudiando (aunque se podría alargar la franja en los dos extremos), obtenemos un total de 84.761 divorcios en 2016.

Esto equivaldría, aplicando los porcentajes entre el 24% y 33% de familias que siguen arrastrando conflictos después de divorciarse de los que hablaba el estudio de Sandra Escapa, de una media de 24.156 divorcios conflictivos el año pasado, con el consecuente efecto negativo sobre el rendimiento escolar de sus hijos.

Es decir, cada cuatro años, cerca de 100.000 chicos o chicas están en riesgo de caída de su rendimiento escolar debido a un divorcio en el que sus padres mantienen una postura beligerante. Una cifra que cabe calcular al alza puesto que en muchos casos hay más de un hijo por cada matrimonio.

 

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