Este jueves, 29 de noviembre, ha comenzado en Barcelona la XXI edición del Salón del Manga, que se extenderá hasta el domingo. Este año, por cuarta vez consecutiva, el popular certamen, ha vuelto a aumentar notablemente su espacio. Ha pasado de 50.000 a 60.000 metros cuadrados en la Fira de Barcelona de plaza Espanya.
El Salón constituye una gran fiesta de los amantes del manga, del anime, del cosplay y de la cultura de Japón en general, un evento en la que miles de adolescentes se disfrazan de sus personajes favoritos, se fotografían unos a otros, y participan en talleres y concursos de todo tipo.
Sin embargo, una gran parte de este género cómic plantea numerosos riesgos para los menores que lo consumen. Sus contenidos a menudo no son solamente violentos y hacen exaltación de una agresividad vehemente sino que el sexo, el erotismo e incluso las imágenes abusivas aparecen constantemente. Además, una versión del género conocida como Hentai desarrolla una pornografía singular valiéndose de la misma estética y, a menudo, de sus héroes.
El Manga: un riesgo ético para los menores
Precisamente esta misma semana, el enviado especial de la ONU para la protección del niño, Maud de Boer-Buquicchio, ha pedido durante su visita a Japón que el país prohíba las imágenes de abuso sexual a menores en los cómics manga, a pesar de las voces que afirman que esta medida estaría poniendo en peligro la libertad de expresión, según informa The Guardian.
Boer-Buquicchio elogió a Japón por aprobar una ley el año pasado que prohibía la posesión de imágenes abusivas de niños, pero dijo que contenía lagunas que permitían que la explotación para continuar.
El relator especial de la ONU sobre trata infantil, prostitución y pornografía infantil, reconoció que los artistas y editores enfrentan dificultades para «encontrar el equilibrio adecuado» entre las libertades artísticas y la necesidad de proteger a los niños. «Acepto que el argumento de la libertad de expresión debe prevalecer cuando se trata de la pornografía de adultos”. Boer-Buquicchio se estaba refiriendo a un género pornográfico del Manga conocido como Hentai, dirigido al público adulto y que muestra pornografía pura y dura.
En junio de 2014, Japón prohibió la posesión de imágenes de abuso sexual infantil después de años de retraso, pero decepcionó a los activistas al no incluir en la legislación al multimillonario mercado de los cómics manga, películas de animación y videojuegos.
