Tiene 62 años y una carrera cinematográfica que le ha llevado a la primera línea de los actores consagrados internacionalmente. Actualmente, además, se halla en uno de los mejores momentos de su carrera, acumula éxitos de taquilla y le llueven las ofertas. Hablamos deLiam Neeson, el actor irlandés que acaba de protagonizar Caminando entre las tumbas.
En una entrevista publicada este viernes, 31 de octubre, por el diario La Vanguardia, habla de ese filme, un thriller que lleva finalmente al cine al taciturno personaje popularizado por Lawrence Block en sus novelas policíacas, Matt Scuder, por lo que si el éxito literario se repite en la pantalla, no sería de extrañar que enlazara con otras entregas cinematográfica con este personaje como protagonista.
Hablando sobre los remordimientos que arrastra el protagonista de la película, Neeson reconoce 
que él mismo también los tiene: «por supuesto, soy irlandés y católico, así que eso está en mis venas».
«Yo crecí en la década del ’50, muy influenciado por la Iglesia Católica, por lo que la culpa tuvo un lugar muy importante en mi infancia. Claro que remordimientos, si me pongo a pensar, no tengo demasiados. No hay muchas cosas de las que deba arrepentirme, para serte absolutamente honesto», añade.
También señala en la entrevista, respecto a sus orígenes y su éxito en Hollywood, que «con la crianza que yo tuve y la educación que recibí en Irlanda del Norte, el hecho de que sea un actor de Hollywood es una manera de haberme salido del camino que generalmente está marcado para la gente que viene del mismo lugar que yo».
«Qué es lo que te asusta?, le pregunta el entrevistador, a lo que el actor irlandés contesta: «El estado del mundo. Eso es algo que me tiene muy preocupado. Particularmente el tema del extremismo me inquieta mucho. Como padre uno está asustado todo el tiempo. Me parece que es un miedo que se apodera de ti desde el momento en que tienes a tu primer hijo. Pero como por el otro lado yo creo en los seres humanos, se que vamos a salir adelante. Lo último que se pierde es la esperanza».
