Esta forma de decir las cosas busca confundir. Hasta el Edicto de Milán del 313 d.C. los cristianos estaban perseguidos. No pudieron ni hacer un concilio en condiciones hasta el de Nicea en el 325. Era difícil en esas condiciones hacer celebraciones públicas como la Navidad. Pero eso no quiere decir que no tuviesen ya decidida la fecha del nacimiento de Jesús. La sabían desde hacía, al menos, un siglo.
La fecha de Navidad (25 de diciembre) no es, como dice Mandianes una incorporación "para alejar a los fieles de las celebraciones idolátricas y paganas del Natalis Solis Invicti en un periodo de paganismo decadente, en el que el culto al Sol estaba muy en boga". Es falso lo que dice Mandianes -repitiendo lo que han dicho otros- de que "la Iglesia situó así el nacimiento de Jesús en el momento del renacimiento del Sol" para "comerse" la fecha la pagana.
En Roma no se celebraba ninguna "fiesta del sol" el 25 de diciembre hasta que la implantó el emperador Marco Aurelio en el año 274.
Pero para entonces ya hacía más de 50 años que circulaba un libro del escritor pagano convertido al cristianismo Sexto Julio Africano, las "Chronographiai", escrito antes del 221d.C. En ese libro Sexto Julio Africano afirma que la Anunciación (es decir, la concepción de Jesús) fue el 25 de marzo (igual que su Pasión y Muerte). De modo que si fue concebido el 25 de marzo, es evidente que los cristianos calculaban que nació 9 meses después, 25 de diciembre.
Este libro fue usado durante siglos por escritores eclesiásticos de la Antigüedad, como Orígenes (185-232). Por lo tanto, los cristianos ya habían puesto la fecha en el 25 de diciembre al menos 50 años antes de que al poder político en Roma (Marco Aurelio) se le ocurriera "okupar" el 25 de diciembre para hacer una fiesta solar que no formaba parte de la tradición romana.