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Proyecto Raquel, una iniciativa de Iglesia para ayudar a mujeres que sufren el Síndrome Post Aborto

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Proyecto Raquel en la Diócesis de Terrassa

“El aborto es siempre un drama que destruye por lo menos dos vidas: vamos a intentar recomponer una”

Los pasados días 1 y 2 de Febrero asistí a la formación de voluntarios del ‘Proyecto Raquel’, una iniciativa de la Iglesia para ayudar las mujeres que sufren el Síndrome Post Aborto (SPA). A pesar de ser un hecho cada vez mas aceptado en la cultura dominante, esto no elimina las consecuencias físicas, psicológicas y espirituales de un aborto provocado para la mujer (y a veces también para las otras personas que han participado directa o indirectamente en la decisión o en la eliminación de niño no nacido). El mismo hecho de que se denomine legalmente “interrupción voluntaria del embarazo” demuestra que la mentira empieza en el lenguaje: se interrumpe algo que se supone que se puede reemprender, pero la vida que se siega con el aborto se pierde para siempre. Lo que quiere la Iglesia es ayudar a recuperar por lo menos la vida de la mujer, porque “el Evangelio de la Vida es también el Evangelio de la Misericordia”.

Qué es el Síndrome Post Aborto (SPA)

Aunque la cultura dominante lo censura, en cada aborto hay, por lo menos, dos víctimas: una es claramente el niño, pero la otra es la mujer. Las consecuencias de un aborto provocado, especialmente quirúrgico, son mucho más dramáticas de lo que se suele admitir, llegándose a la censura (“son solo cuatro células”, “no se da cuenta de nada”, “te lo quitas de encima y te olvidas”, “no es nada, muchas lo han hecho”…). Para empezar tenemos que liberarnos de mitos y prejuicios sobre el aborto que nos han metido en la cabeza: que lo hacen sólo mujeres marginadas, que solo ocurre por problemas económicos graves, que lo hacen sólo mujeres jóvenes y/o sin pareja estable, que es una libre decisión de la mujer (muchas veces es coaccionada y engañada; y hasta chantajeada), que saben lo que hacen (no es verdad: les esconden lo que es el aborto en realidad, y ni les mencionan las consecuencias del SPA), que los católicas no abortan (falso: incluso ocurre con mujeres con compromisos eclesiales), que hay que dejar que decida ella sola (como decir “es tu problema, apáñatelas”), que a veces es caritativo dejar que aborte. Pero el aborto nunca va a mejorar la vida a nadie. Las mujeres sufren consecuencias que pueden aparecer años más tarde, e incluso sentimiento de culpa, ansiedad, insomnio, depresiones, mayor riesgo de suicidios, síndrome del aniversario, angustia con las cosas o personas que asocian a su aborto, etc.

Para defenderse, las mujeres a menudo usan mecanismos inadecuados: negación (no es tan grave), racionalización (no tenía otra salida, era lo mejor), compensación (a veces busca un hijo “substituto” del que ha perdido), sublimación (a veces se convierten en activistas pro-vida: pero antes es necesario sanarse una misma). La propuesta de ‘Proyecto Raquel’ parte del reconocimiento de lo que se ha hecho, con realismo.

En internet se pueden encontrar testimonios impresionantes del dolor de mujeres que han abortado. También hay canciones que lo dicen muy bien, aunque al oírlas hemos pensado que se referían a la relación hombre mujer (por ejemplo: “Tenia tanto que darte, / tantas cosas que contarte, / tenia tanto amor…”). Ver más información.

Qué es el ‘Proyecto Raquel’

La iniciativa nació en Estados Unidos en 1975, dos años después de que el aborto fuera declarado legal en el país, por iniciativa de los obispos estadounidenses que quisieron proponer un camino de sanación a las mujeres que hubiesen abortado. Luego lo hizo propio toda la Iglesia y en España ha empezado hace unos tres años de la mano de María José Mansilla. La propuesta se caracteriza por su realismo humano y espiritual: por un lado solo se puede sanar lo que se reconoce como un mal, solo se puede perdonar cuando se qué y a quién debo perdonar (o ser perdonada); por otro, es Dios quien sana, y lo hace a través de su perdón y Misericordia, que se manifiesta en Cristo y actúa a través de su Iglesia. Ellas ni se perdonan, ni piensan que Dios puede perdonar: se sienten culpables y a menudo tienen rencor hacia aquellos que las han impulsado o ayudado a abortar, incluidas ellas mismas. Tienen un trauma (una experiencia similar a sentirse violadas) que les hace entrar en una espiral de autodestrucción (dolor, vacío, sufrimiento, soledad, incomprensión), piensan que no pueden compartir su dolor.

Basado en el sacramento de la reconciliación, ‘Proyecto Raquel’ se propone sólo a través de Centros de Orientación Diocesanos porque es y quiere ser una iniciativa de Iglesia. Y ya ha arrancado, o lo está haciendo, en 14 diócesis de España (Alcalá de Henares, Getafe, Valladolid, Palencia, Madrid, Burgos Albacete,…). En cada una de ellas ‘Proyecto Raquel’ es una red diocesana de personas preparadas y con una fuerte espiritualidad, que les haga capaces de acompañar en el dolor y al mismo tiempo de proponer el camino del perdón: es necesario que se apoyen y ayuden entre ellas, porque nadie puede soportar fácilmente y solo el peso del mal. Además hay una web nacional, con un teléfono para quien quiera pedir ayuda.

El Proyecto prevé tres figuras: el consejero, el sacerdote y, solo si hay complicaciones que lo hagan necesario, el psicólogo (o psiquiatra). A veces hay otras patologías o el SPA está asociado a abusos, malos tratos, etc.. (a veces previos y que han influenciado el aborto). Los pasos que debe dar la mujer son sobre todo tres (que luego se desarrollan en 10 etapas, desde cómo era yo antes del embarazo hasta el “enterrar” el niño y confiarlo en las manos providentes de Dios, y seguir viviendo):

1) Comprender lo ocurrido e interpretarlo en su verdad: se trata de reconocer y superar todos los mecanismos de auto-defensa que hemos mencionado (negación, racionalización,…). No es minimizando lo ocurrido como ayudamos la mujer, ya tan sola frente a su tragedia.

2) Arrepentimiento y pedir perdón al padre y a los demás implicados; convencerse y ofrecer nuestro sincero perdón a las personas que han participado en la decisión o en la acción de nuestro aborto. Se trata de sacar fuera la ira y el rencor, objetivizarlo para superarlo. En esta fase se propone también el perdón sacramental

3) Reconocer que nada está perdido: el Señor de la Misericordia que nos ha dado la vida está dispuesto a perdonarnos todo. Puede hacer las paces incluso con el bebé que no ha nacido. La mujer, que a menudo vive un sentimiento de que “mi hijo está en alguna parte”, debe confiarlo al Señor y “despedirse” de él: la vida sigue.

El ‘Proyecto Raquel’ tiene un comienzo y un final: no se hace para que la consejera sea su amiga, ni su sicóloga, ni su confesora: se acompaña en un camino espiritual de reconciliación que es sobre todo con el Señor. La oración es esencial: primero “rezar por”, luego “rezar con” y finalmente enseñar a rezar. Como tal, se dirige a la persona concreta, respetando totalmente su intimidad (solo se conoce el nombre y el móvil de la persona ayudada), confiando en ella, sin juzgarla; al contrario, que se sienta comprendida, acogida, amada. ‘Proyecto Raquel’ es participar en la tarea de sanación de la Iglesia misma. La relación y la atención es totalmente personal (incluso cuando el problema se detecta en terapia de pareja, el camino propuesto es personal).

Mi experiencia personal

Ha sido bonito para mí conocer a María José Mansilla y Jesús Chavarría y sumergirme durante dos días en una experiencia de verdadera iglesia, sabiendo que el perdón de Dios nos espera siempre y que el pecado más grande es la desesperanza de su Misericordia. Ver la delicadeza con la que aconsejaban como acoger, escuchar o acompañar a la mujer afectada por un aborto, sin esconder nunca la gravedad de lo que ha hecho, pero conscientes que el Dios de la Vida es Resurrección, es sanación. Se me ocurre que, más allá de la gravedad objetiva de cada pecado, todos tenemos cosas gordas para hacernos perdonar.. y todos necesitaríamos un ‘Proyecto Raquel’, un recorrido espiritual donde se nos ayude a entender el mal que hemos hecho, a reconocer la ira y el rencor que a menudo siguen en nuestro corazón, a abrirnos al amor salvador que nos abraza y nos perdona…, algo que debería ocurrir con cada celebración del sacramento de la reconciliación, pero que ocurre más bien raramente, por nuestra superficialidad, falta de fe y pereza.

Otra reflexión que me ha impresionado es la desproporción entre el poder del mal (117.000 abortos registrados en España al año, más lo de las píldoras del día después y los no registrados, y aún así es causa de unos 60 abortos al día en Cataluña) y nosotros, que éramos 30 personas (de una Diócesis de un millón de habitantes, de los que quizás cinco o seis lleguen a ser consejeros del ‘Proyecto Raquel’), y que se necesitan 10 sesiones (mínimo) para acompañar una mujer en su camino de sanación… ¡Que desproporción!

Justo esta semana pasada hemos conocido la escandalosa sentencia del Tribunal de Barcelona absolviendo el doctor Morín y sus ayudantes de delitos evidentes (con una evidente manipulación de la justicia y del derecho, porque ya no hay justicia en este país). Esta sociedad prefiere mirar a otro lado y admitirlo todo, (el Señor juzgará las personas que lo han hecho y los que les han juzgado; y ojalá tenga la misericordia de corregirles en esta vida, para que se puedan redimir). ¡Qué grande es el Mal, y que pocos, que lento y fatigoso, que poco el bien que podemos hacer…! Cuanta fatiga, cuánto dolor, cuanto trabajo para recuperar una sola alma a la paz con Dios. Y, sin embargo, es el método de Dios: salvarnos en persona, de uno en uno, poco a poco, sin hacer ruido… Quisiéramos un Dios que se muestre poderoso, vencedor, señor de la historia, dominador de los medios y de la opinión pública… y en cambio, casi todo en el mundo está en manos del enemigo, que manipula la justicia y la verdad (¡cuánta censura en nuestros medios sobre el proceso al doctor Morín!). Y, sin embargo, este Dios crucificado, que acepta ceder una parte de su Poder infinito para amar al hombre, ya es el Señor de la Historia, ya es el Resucitado, ya es el Salvador del mundo. Y se esconde, se sigue escondiendo en tantas personas de bien, en tantos sagrarios, que dejamos tan a menudo tan desiertos, tan solos…. Señor, gracias, pero ¡aumenta nuestra fe!

Algunas frases

· No hay ningún abismo tan profundo del cual Dios no te pueda sacar.

· Cristo viene a dar la Vida.

· Sólo Dios salva (nosotros somos simples mediadores, como el hilo eléctrico que lleva la corriente y enciende la bombilla).

· Proyecto Raquel es un ministerio de misericordia en la Iglesia.

· “El límite del mal es la Divina Misericordia” [Juan Pablo II].

· Solo el Señor sana los corazones

· Cuando se sienta perdonada, será capaz de perdonar a su vez.

· Al abrir el corazón a la misericordia, algo cambia en su vida: el Señor recrea su corazón de madre.

· Abortar nunca mejora la vida a nadie.

· Es importante haber hecho una experiencia personal de sanación de Cristo en mí para ayudar otro a hacer el mismo camino.

· Necesitamos una espiritualidad profunda que se alimente a diario de la liturgia y enriquecida con la espiritualidad (y el temperamento) de cada uno.

· Ante la muerte, dar vida.

· Respetar los tiempos del alma.

· Acompañarla en su viaje espiritual: ser como Dios con nosotros (no la juzgo, la acompaño, siempre la verdad, confío en ella, le pido su confianza, respeto su ritmo, desde la humildad, respeto su intimidad (confidencialidad absoluta).

· A menudo el drama más profundo es la ausencia de Dios.

· Vivir de dentro hacia fuera (no dejar que sean las cosas a llevarnos…).

· Ayudarla a acoger la acción de Dios en su vida.

· Cuando una persona se siente acogida y apoyada de manera incondicional, puede abrirse al amor de Dios, fuente del amor.

· Autoestima: no crece “mirándome al espejo” (más bien al contrario…”mira como soy”…), si no sabiéndose amada por Dios.

· Yo no puedo ser curado si no sé que tengo. No se trata de “hurgar en la herida”, si no de limpiarla del pus para que pueda cerrarse bien.

· Transmitir esperanza, aún cuando todo humanamente parece imposible: Dios no solo perdona, cura.

·

· Nadie hace el mal por el mal, el demonio siempre nos pinta la tentación como unja apariencia de bien.

· Vivir el presente, entregando el pasado a su Misericordia y el futuro a su Providencia.

· Mejor “enfadarse” con Dios que ignorarle…

· Para poder perdonar, hace falta identificar qué y a quién (no se perdona “al aire”). Es difícil que una acepte que siente rencor y que considere adecuado exteriorizarlo.

· Entregar los hijos perdidos a Dios por medio de María: mujer, madre, y con un hijo muerto.

· Entregarlo a la Madre del cielo para ponerlo a los pies de la Cruz.

· La desesperanza no viene nunca de Dios.

El Centro de Orientación Familiar de Terrassa

El Centro de Orientación Familiar de Terrassa (COF) es quien ha promovida esta iniciativa y esperamos en pocos meses de poder ofrecer el servicio de ‘Proyecto Raquel’ en la Diócesis. De momento, está activo el servicio de asistencia a personas y parejas en dificultad (de matrimonio, de educación, personales, etc.) atendiéndose a través de un servicio de voluntarios que atiende de lunes a viernes laborables de 11h. a 13 h. tanto por teléfono (93-733.71.20) como presencialmente en la sede de la Diócesis. Estos voluntarios ponen en contacto a los interesados con una red de profesionales (psicólogos, pedagogos, abogados, sacerdotes, mediadores familiares, etc.) que son los que atienden luego las personas que piden ser ayudadas

El servicio ha empezado el 7 de Enero 2013 y necesitamos aún darlo a conocer: mucha gente necesita ayuda y a lo mejor no lo sabe, o no se atreve, o no sabe dónde dirigirse. Es importante hacer llegar esta información a todas las personas y ambientes donde pueda haber gente en dificultad (matrimonios con problemas, relaciones padres-hijos. Problemas educativos, problemas relacionales, etc..).

El Proyecto Raquel ha sido la primera iniciativa pública del recién estrenado COF, pero ya tenemos en cartera otro curso de fin de semana de ‘Relación de Ayuda‘, para las personas que quieran mejorar sus habilidades de empatía, escuchar activa, asertividad, etc. que nos hacen más capaces de entender, acoger y asistir personas en dificultad. Será los próximos días 4 y 5 de Mayo en Terrassa: los interesados pueden dejar su nombre en la sede del COF.


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