La Diócesis de Oviedo proyecta para el año 2025 la ordenación de diez nuevos sacerdotes y diáconos, marcando así una cifra récord en comparación con años anteriores. Sin embargo, a pesar de este aumento notable, estos nuevos sacerdotes aún no cubren completamente la necesidad existente, dado que la diócesis continúa enfrentando un déficit de vocaciones.
Actualmente, en Asturias hay aproximadamente treinta seminaristas en distintas etapas de formación sacerdotal.
Este dato representa un ligero crecimiento en comparación con años recientes y evidencia un repunte vocacional moderado, aunque todavía insuficiente para satisfacer la demanda pastoral de la región.
El rector del Seminario Metropolitano de Oviedo ha destacado que, aunque el aumento de vocaciones es positivo, es fundamental consolidar esta tendencia. Según él, no basta con un solo año exitoso, sino que se requiere una continuidad en el tiempo para lograr un impacto significativo en la reducción del déficit actual de sacerdotes.
Este déficit se agrava debido al envejecimiento del clero asturiano, que obliga a muchos sacerdotes a atender simultáneamente varias parroquias, especialmente en zonas rurales.
La situación ha llevado a la Iglesia asturiana a reorganizar su modelo pastoral creando unidades que agrupan varias parroquias bajo la atención de un solo sacerdote o equipos pastorales.
Para fomentar y mantener este crecimiento vocacional, el Seminario Metropolitano sigue impulsando diversas iniciativas, incluyendo encuentros juveniles, jornadas abiertas y campañas de sensibilización vocacional.
Estas acciones buscan motivar y acompañar a los jóvenes en el discernimiento de su posible vocación sacerdotal.
En resumen, aunque las diez ordenaciones previstas para 2025 representan un avance significativo para la diócesis asturiana, la realidad actual sigue mostrando un desafío importante: garantizar un relevo generacional suficiente y estable que asegure el futuro de las comunidades parroquiales en Asturias. Por lo tanto, la consolidación y el fortalecimiento del repunte vocacional seguirán siendo objetivos clave para la Iglesia en los próximos años.
