En la tranquila localidad de Livermore, California, un despliegue de casi un millón de luces ha logrado cautivar a miles de visitantes por Navidad.
Lo que podría parecer sólo un espectáculo visual, en realidad es una herramienta de evangelización y un verdadero acto de amor por parte del diácono Dave Rezendes, de la Diócesis de Oakland.
Ganador del premio del programa televisivo The Great Christmas Light Fight de ABC en 2024, «Diácono Dave», como cariñosamente se le conoce, ha transformado su hogar en una misión luminosa que comparte el mensaje de Cristo con el mundo entero.
Un sueño que crece desde 1982
La historia comenzó en 1982, cuando el diácono Dave decidió construir un pequeño pueblo navideño con la ayuda de un adolescente local. Lo que en ese entonces parecía una cantidad asombrosa de luces —2.000 bombillas— se ha convertido hoy en una deslumbrante exhibición de 902.120 luces que unen a toda la comunidad.
«Mi motivación siempre ha sido hacer algo por la comunidad,» compartió el diácono, en una entrevista a EWTN News, quien creció en Livermore y asistió a la escuela parroquial de St. Michael, donde hoy sirve como diácono permanente. Inspirado por los recuerdos de su infancia y la pasión de su abuela por la decoración navideña, Dave ha convertido su hogar, conocido como Casa del Pomba («La Casa de la Paloma»), en un verdadero santuario de luz y esperanza.
Una obra comunitaria
La magnitud de la exhibición no sería posible sin la ayuda de un grupo de 20 voluntarios, quienes dedican meses de trabajo a la construcción y decoración. Entre ellos se encuentran feligreses de la parroquia.
La Casa del Pomba, ubicada en una hectárea de terreno familiar, no sólo es famosa por sus luces, sino también por sus detalles especiales. Dentro del hogar hay árboles de Navidad decorados en cada habitación, incluyendo uno de dos pisos con 1.000 adornos. En el exterior, un arroyo artificial con cascada y un puente llamado «Proposal Bridge» (Puente de las Propuestas) se ha convertido en un sitio popular para pedidas de mano, con 83 compromisos realizados hasta la fecha.
El evento anual inicia el primer viernes de diciembre con una procesión en la que participan personas de distintas naciones y cometas con forma de paloma blanca.
Cuando el diácono Dave lee del Génesis, «Hágase la luz,» las más de 900.000 luces se encienden.
El impacto del espectáculo es tal que las personas esperan hasta dos horas para caminar por la exhibición, la cual toma aproximadamente 10 minutos en recorrerse. Los visitantes suelen decir: «Esto es maravilloso, abrumador, lleno de alegría.»
Un trabajo que nunca termina
La preparación de la exhibición es un esfuerzo que dura todo el año. En 2024, los voluntarios comenzaron a trabajar en julio, colocando las luces desde agosto. Las facturas de electricidad, admite el diácono, no son económicas, pero el premio de 50.000 dólares del concurso televisivo ayuda a cubrir los gastos y a apoyar las obras benéficas del diácono, como Santa’s Secret Service, que dona regalos a familias necesitadas durante la Navidad.
El diácono Dave ve su exhibición como un verdadero «ministerio de luces».
Además del esplendor visual, siempre hay un mensaje religioso integrado en la muestra. «Cuando alguien se acerca y me dice que ha estado alejado de la Iglesia, tomo su nombre y número de contacto, y prometo llamarle e invitarlo a regresar a la Iglesia en el nuevo año,» relató en una entrevista. También reparte marcapáginas con el tema del año y una oración especial. En 2024, cada luz simboliza una oración por la paz mundial.
Al concluir, la inauguración el diácono Dave compartió un mensaje conmovedor: «La mía es una misión de luz. Cuando las personas ven nuestra exhibición, no pueden evitar pensar en la luz visible de Cristo entre nosotros. Espero que se lleven ese espíritu y esa luz y la compartan con el mundo entero.»
Este extraordinario esfuerzo no sólo ilumina las noches de California, sino también los corazones de quienes lo visitan, recordándoles que la verdadera luz de la Navidad es Cristo, quien brilla con esperanza, amor y paz.