La temporada de Adviento está llena de belleza y significado, es un tiempo de preparación serena para dar la bienvenida al Niño Jesús. Es un periodo donde los corazones se abren, se preparan y la esperanza florece, donde cada acto sencillo cobra un sentido trascendental.
Aquí te presentamos siete maneras de vivir el Adviento con tu familia, con tradiciones llenas de fe que fortalecen la unidad familiar y preparan el alma para el nacimiento de Cristo.
- Realizar juntos la tradición del Árbol de Jesé. El Árbol de Jesé es una hermosa forma de caminar a través de la historia de la salvación, desde Adán hasta Jesús. Cada día del Adviento, se reflexiona sobre una figura o símbolo del linaje de Cristo, recordando la historia de nuestra fe y preparándonos para el nacimiento de Nuestro Señor. Hay muchos recursos disponibles para ayudar a tu familia a practicar esta devoción: libros, adornos o tarjetas ilustradas que enriquecen la experiencia y ayudan a vivirlo .
- Leer libros acordes al tiempo litúrgico. El adviento es el momento perfecto para disfrutar de una buena lectura que nos acerque más al verdadero significado de la Navidad. Puedes escoger historias sobre el nacimiento de Jesús o relatos clásicos que transmiten valiosas lecciones de amor y generosidad. Leer juntos no solo fortalece el vínculo familiar, sino que también nos ayudará a centrar la atención y la oración en el verdadero significado de la Navidad.
- Celebrar los días de fiesta del Adviento. Durante el Adviento, hay diversas celebraciones que nos permiten conectar con nuestra fe de maneras especiales. Puedes celebrar el Día de San Nicolás contando la historia de este santo, o el Día de Nuestra Señora de Guadalupe llevando flores a su imagen y disfrutando de una comida mexicana en familia. Puedes recordar la historia de Santa Lucía con una merienda especial o disfrutar encendiendo el árbol de Navidad por primera vez. También puedes honrar de forma festiva y especial Nuestra Madre, en el día de la Virgen de la Esperanza. Estas festividades enriquecen nuestra vivencia de Adviento, llenándola de alegría y sentido.
- Preparar la cuna del Niño Jesús. Durante el Adviento, puedes fomentar las buenas obras en la familia, colocando una pieza de paja en el pesebre del Niño Jesús por cada acto de caridad realizado. De esta manera, preparamos un lugar cálido y cómodo para recibir al Niño. Cada gesto de amor se convierte en una preparación espiritual para la llegada del Salvador. Se coloca una pajita por cada acto de servicio, caridad o perdón entre los miembros de la familia.
- Bendecir, exhibir y rezar alrededor de la corona de Adviento. La corona de Adviento puede ser el centro de nuestra mesa o del hogar durante este tiempo de preparación. Encender sus velas semana tras semana nos ayuda a recordar la luz que esperamos con el nacimiento de Jesús. Reunirse como familia para rezar una breve oración al encender cada vela. Esto no solo embellece nuestro hogar, sino que también invita a poner el foco en lo verdaderamente importante.
- Montar e interactuar con el Belén. El Belén es un símbolo esencial de la Navidad. Explicar a los niños cada una de las figuras del Belén les ayuda a interiorizar la verdadera historia de Jesús de una manera llena de significado. Se puede acompañar de relatos del Evangelio sobre el nacimiento de Jesús y de momentos de oración en familia frente al Belén, pidiendo la gracia de preparar sus corazones para la llegada del Niño Dios. Además, algunas parroquias ofrecen la posibilidad de que los niños lleven a bendecir el Niño Jesús antes de colocarlo en el pesebre.
- Rezar y cantar juntos. Adviento es un momento idóneo para incrementar la oración en familia y participar en devociones especiales como las «O Antífona». Además, se puede escuchar música de Adviento en casa y cantar villancicos con familiares y amigos. Los cantos elevan el espíritu y nos conectan con el verdadero sentido de la Navidad, ayudándonos a mantener el corazón centrado en Cristo.
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Hacer manualidades navideñas en familia. Crear manualidades navideñas es una excelente manera de vivir el Adviento con los más pequeños. Pueden elaborar adornos para el árbol, tarjetas para amigos y familiares o incluso construir pequeñas figuras para el Belén. Estas actividades fomentan la creatividad, la paciencia, los vínculos familiares y nos permiten reflexionar juntos sobre el significado de la Navidad mientras nos preparamos para la llegada de Jesús. Es por tanto una oportunidad perfecta para compartir tiempo de calidad en familia y reforzar los lazos afectivos.
Poniendo en práctica estas sencillas tradiciones en familia, podemos ayudar a que nuestros hijos vivan el Adviento como un tiempo de preparación espiritual, un tiempo para alcanzar una verdadera preparación para la Navidad.
Hagamos de nuestras almas y nuestros hogares un lugar digno para recibir al Niño Dios, en un ambiente lleno de fe, amor y esperanza.
