Hace pocos días hemos conocido el número de abortos clínicos realizado en España durante el 2023: “En total, en 2023 se notificaron 103.097 abortos El titular dado por el Ministerio de Sanidad, ese que se preocupa por la buena salud de los ciudadanos, es ilustrativo, a la vez que nos muestra la clave de interpretación de este fenómeno: “La tasa de interrupciones voluntarias del embarazo aumentó un 4,8% en 2023”.
Es sabido que no hablamos de interrupciones (suspender temporalmente algo), y que el término “voluntarias” habría que cogerlo con pinzas. En lo que sí tienen razón es en el aumento en la tasa de abortos: de cada 1000 mujeres en edad fértil, han abortado 12.22. Los datos están ahí: sube el número de “clínicas” abortivas, sube el número de abortos, y suben las tasas.
No hace falta repetir los datos de la Nota de prensa ni del informe, pero sí reflexionar en algunos de ellos.
El informe analiza muy por encima, los motivos por el que las mujeres acuden a este “procedimiento”: Las mujeres pueden abortar o a petición propia, o por causas médicas. Primera pregunta: ¿Por qué el Ministerio de Salud realiza procedimientos que nada tienen que ver con la medicina, con lo que llaman causas médicas? Pero veamos los datos: el 94% de las mujeres (casi 97.000) abortan a petición propia, es decir, sin dar mayor explicación. ¿Por qué puede suceder esto?
- Puede ser porque las mujeres no toman en cuenta la seriedad y las consecuencias del aborto. Y tal vez sea la explicación de algunas mujeres de ese 30 % que han abortado dos, tres, cuatro o más veces. Puede ser que tengan poca información sobre lo que significa el aborto, la finalización de la vida de su hijo, a pesar de que la ley obliga a que medie un consentimiento informado, aportando toda la información necesaria al paciente. Dice la ley de autonomía del paciente: “Los pacientes tienen derecho a conocer, con motivo de cualquier actuación en el ámbito de su salud, toda la información disponible sobre la misma”.
- Pero puede ser también porque al estado no le preocupe analizar esta situación, a pesar de los buenos deseos expresados en el informe, cuyo objetivo es “contar con un sistema de vigilancia epidemiológica como instrumento para el estudio de la interrupción voluntaria del embarazo”. El aborto es un “procedimiento” caro, caro en vidas, en euros y en posterior asistencia del síndrome postaborto. Si no sabemos por qué abortan las mujeres, poco podremos mejorar esta situación.
Este análisis de las causas por las que las mujeres abortan contrasta con el planteamiento de muchos grupos provida, que sintetizan su acción en una simple pregunta: ¿Qué necesitas para no abortar? Más del 80 % de las mujeres a las que se les hace esta pregunta, y aceptan hablar un poco del tema, siguen adelante con su embarazo. Muchas mujeres pueden tener una causa para elegir el aborto, e incluso elegirlo como un mal al que se ven empujadas, pero eso no significa que sea la única solución, ni siquiera la que ellas preferirían.
Recientemente, el Dr. Jesús Poveda fue a hablar del problema del aborto y el síndrome postaborto a la Asamblea de la Comunidad de Madrid. Al exponer estos datos y preocupaciones, varios le acusaron diciendo: eso es ideología. A lo que el Dr. Poveda respondió: “no es ideología, es ecografía”, la ecografía en la que se ve la realidad del niño que ya vive en el vientre de la madre. Solo con esta ecografía, que se oculta en los establecimientos abortivos, muchas mujeres abandonan su decisión de abortar.
Otro dato interesante que ofrece el informe: más del 45 % de mujeres que abortaron no utilizaron anticonceptivo. Dando la vuelta a la cifra, el 55% de las mujeres que abortaron utilizaron anticonceptivos para evitar el embarazo. ¿Es eficaz el anticonceptivo? No pretendo justificar su uso, nada más mostrar su eficacia real, a partir del número de abortos del año pasado.
Un dato final, para encuadrar la situación de la natalidad en España: 1 de cada 4 embarazos termina en un aborto provocado. El número asusta, pero viene de los niños nacidos (322.096) de los abortos provocados ese mismo año (103.097) ¿Nos preocupa el futuro de nuestra sociedad? Sin niños no hay futuro, y con pocos niños el futuro que nos espera es pequeño, corto de miras.
No es solo un tema de equilibrio en el pago de las pensiones, que también; es un tema de aspiraciones e ilusiones de la sociedad. Un país que tiene ilusión por el futuro invierte y valora la natalidad, la infancia; un país aburrido prefiere comprarse una mascota y gastar la vida con ella. En nuestras manos está.
No es ideología, es ecografía, la ecografía en la que se ve la realidad del niño que ya vive en el vientre de la madre Share on X