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La industria trans también en los hospitales católicos

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Un informe publicado recientemente ha expuesto una realidad impactante: hospitales católicos en los Estados Unidos, específicamente aquellos del sistema Providence Health & Services, han estado realizando cirugías de «afirmación de género» en menores, en violación directa de las enseñanzas de la Iglesia católica.

Prácticas aberrantes

Este hallazgo ha generado una ola de indignación dentro de la comunidad católica, particularmente porque implica que instituciones supuestamente comprometidas con los valores y principios de la fe católica están participando en prácticas médicas aberrantes.

Uno de los aspectos más preocupantes del informe es que la mayoría de las intervenciones documentadas ocurrieron en hospitales que pertenecen a sistemas de salud seculares, pero que aún están bajo la supervisión de la Iglesia y, por lo tanto, sujetos a sus directivas éticas.

Providence Health & Services, un sistema de salud que, por su naturaleza, debería seguir estrictamente las enseñanzas de la Iglesia y uno de los sistemas de salud católicos más grandes del país, con 51 hospitales en siete estados, ha sido identificado como el principal actor detrás de estas intervenciones en menores.

Según el informe, Providence realizó cirugías transgénero en 81 niños y prescribió hormonas o bloqueadores de la pubertad a otros 113 menores en los últimos cinco años. Estos datos provienen de la organización secular Do No Harm, que publicó una base de datos basada en códigos de facturación médica, lo que revela cada intervención realizada.

La violación de los principios católicos

La doctrina católica es clara en su postura sobre las intervenciones que alteran el cuerpo humano, especialmente cuando se trata de menores de edad.

La Iglesia ha defendido consistentemente que el cuerpo humano es sagrado y que cualquier modificación debe respetar la dignidad inherente de la persona.

En 2023, la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) reafirmó que las intervenciones médicas de afirmación de género son inaceptables en hospitales católicos, pero parece que esto no ha impedido que algunos hospitales continúen con estas prácticas. A pesar de que un católico, fiel a la doctrina, no podría aceptar que una mastectomía en una adolescente no contravenga los principios fundamentales de la fe.

La subversión interna en Providence

El conflicto ético en Providence no es reciente. En 2019, un artículo académico publicado en la revista de la Asociación Católica de Salud por el Dr. Peter J. Cataldo, entonces vicepresidente del Grupo de Teología y Ética en Providence, sugirió que las cirugías de afirmación de género, en algunos casos, podrían considerarse aceptables dentro del marco moral católico. Cataldo argumentó que el sentido de género de una persona podría estar en desacuerdo con su sexo biológico, y que intervenciones como las mastectomías o los bloqueos hormonales podrían ser moralmente permisibles. Este artículo ha sido utilizado para justificar algunas de las prácticas que ahora están bajo escrutinio.

A pesar de las preocupaciones de sectores dentro de la Iglesia, Providence lanzó en 2020 una iniciativa llamada Programa LGBTQIA+, que aboga por conectar a los pacientes con médicos especializados en atención de afirmación de género. Esta iniciativa ha sido vista por algunos como una traición a los principios sobre los cuales se fundó el sistema de salud Providence, cuya historia se remonta al siglo XIX, cuando las Hermanas de la Providencia establecieron los primeros hospitales en el noroeste de los Estados Unidos.

La respuesta de la comunidad católica

La respuesta por parte de los obispos y líderes católicos ha sido de conmoción y consternación. Muchos obispos no estaban al tanto de que estas intervenciones se estuvieran llevando a cabo en hospitales católicos, lo que ha generado una oleada de indignación entre los fieles.

La triste noticia ha llevado a los obispos a reflexionar sobre el estado actual de la atención médica católica en los Estados Unidos. La industria de la salud católica es una de las más grandes del país, con ingresos estimados en 200 mil millones de dólares anuales. Sin embargo, el crecimiento de estos sistemas de salud ha llevado a una desconexión con los principios morales que supuestamente deberían guiar su operación. La secularización de los hospitales católicos es una preocupación creciente, y este escándalo solo ha servido para intensificar la urgencia de una reforma profunda.

La esperanza es que este doloroso momento sirva como catalizador para restablecer la ética católica en la atención médica y proteger a los menores de futuras intervenciones que violen su dignidad.

La industria trans ha quedado al descubierto, y con ella, la necesidad de que la Iglesia recupere el control sobre las instituciones que llevan su nombre.

La industria trans ha quedado al descubierto, y con ella, la necesidad de que la Iglesia recupere el control sobre las instituciones que llevan su nombre. Share on X

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1 Comentario. Dejar nuevo

  • María del Pilar
    9 octubre, 2024 15:31

    ¡Los niños son sagrados! más les valdría que los arrojasen al mar, con una piedra de molino al cuello.

    Responder

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