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Cuidar el mundo en el que habitamos

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“La Tierra tiene fiebre y se encuentra mal, como cualquier enfermo” son palabras del Papa Francisco, que servían para invitar a rezar por esta intención durante el mes de septiembre, palabras para reflexionar sobre el estado de salud del planeta y del cuidado de la casa común.

La protección y la conservación de la naturaleza es una preocupación constante del Santo Padre, como ya quedó patente con la promulgación de la Encíclica Laudato Si  en mayo de 2015. Desde entonces son muchas las ocasiones en las que insta a todos los ciudadanos a luchar contra la pobreza y a proteger la naturaleza, porque entre otros motivos son millones de personas las víctimas de catástrofes naturales y entre ellas las más afectadas los más pobres y vulnerables.

Pero esta llamada de atención no sólo es un asunto que preocupa al Papa Francisco sino que desde la Unión Europea también se está trabajando en conservar nuestra casa común, así como proteger a los ciudadanos de los riesgos medioambientales para su salud y bienestar. No sin ciertos obstáculos en los trámites europeos de las instituciones comunitarias, en junio de 2024, el Parlamento Europeo consiguió aprobar la  polémica Ley  Europea de Restauración de la Naturaleza que entró en vigor el pasado 28 de agosto, un acontecimiento histórico para los “objetivos de biodiversidad y clima de Europa”, siendo la primera norma de la Unión Europea de protección de la diversidad y restauración de los ecosistemas degradados en toda Europa.

Aunque las medidas concretas que se pondrán en marcha en cada Estado Miembro para aplicar esta  normativa europea serán objeto de discordia y de búsqueda de consenso en cada país -sobre todo por el impacto para los agricultores y en las zonas rurales–  para que puedan cumplir con el objetivo del reglamento, que principalmente se resume en disminuir y mitigar los efectos de las catástrofes naturales y del cambio climático, recuperando los ecosistemas degradados en la UE;  la realidad es que cuidar nuestra tierra de la enfermedad que produce la crisis climática es un compromiso no sólo de los gobiernos ni de las instituciones públicas sino de todos los hombres, como así lo dice el Papa Francisco en la que pide a la humanidad “respuestas no solo ecológicas, sino también sociales, económicas y políticas”.

¡La vida está en nuestro planeta! Y nos la estamos jugando.

Esta llamada de atención no sólo es un asunto que preocupa al Papa Francisco sino que desde la Unión Europea también se está trabajando en conservar nuestra casa común Share on X

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