En California ha tenido lugar un preocupante episodio ataque a la libertad religiosa. El fiscal general de California, Rob Bonta, ha presentado una demanda contra el hospital católico Providence St. Joseph en Eureka por su negativa a realizar un aborto a gemelos de 15 semanas de gestación.
La decisión del hospital ha sido tomada en base su compromiso con los valores morales cristianos y la protección de la vida humana. Se trata de una clara violación a la libertad de conciencia y religión.
Los hechos
Anna Nusslock, una mujer que estaba embarazada de gemelos, acudió al hospital Providence St. Joseph tras experimentar complicaciones a las 14 semanas de gestación. A pesar de que el hospital le informó que los fetos no sobrevivirían, sus principios pro-vida, alineados con la moral de la fe católica, no permite que se realicen abortos en sus instalaciones si se detecta el latido del corazón de los fetos.
Esta política ética, común en hospitales católicos, no permitió a Anna que los médicos le practicaran el aborto, obligando a Anna Nusslock a trasladarse a otro hospital donde finalmente acabo con la vida de sus hijos.
En lugar de respetar el derecho de este hospital a actuar conforme a sus principios, el fiscal Bonta ha decidido demandar a la institución, acusándola de violar leyes estatales que, según la demanda, obligarían al hospital a realizar abortos en casos de emergencias obstétricas.
Sin embargo, es importante señalar que el estado de California permite la objeción de conciencia a los médicos que se niegan a realizar abortos por razones de fe, pero aparentemente no ofrece estas mismas protecciones en situaciones que el estado considera «emergencias».
Ataque a instituciones religiosas
Este ataque legal no es un hecho aislado. En los últimos años, el estado de California ha implementado leyes extremadamente agresivas en favor del aborto, creando un clima hostil hacia las instituciones y personas defienden la vida.
El fiscal Bonta ha calificado la política del hospital con tal acritud que sus palabras revelan el claro sesgo ideológico detrás de esta acción judicial. La demanda no solo busca una compensación económica, sino que pretende obtener una orden judicial que obligue a este hospital católico a violar sus principios éticos y realizar abortos en lo que el estado considere «emergencias».
Este ataque judicial es un claro ejemplo de cristianofobia y a la vida humana, ya que no solo busca castigar al hospital por seguir los valores de su fe, sino que también pretende forzarlo a actuar en contra de sus creencias más profundas.
Estamos ante un caso de amenaza directa a la libertad religiosa en el país, un derecho fundamental consagrado en la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos.
La vida es sagrada
Obligar a instituciones religiosas a practicar abortos y acabar con la vida de los mas inocentes no solo viola sus creencias, sino que también envía un mensaje preocupante:
en la sociedad actual, no se tolera la disidencia moral si esta entra en conflicto con las ideologías dominantes.
Es inaceptable que el gobierno de California, en lugar de respetar la diversidad de creencias y promover el diálogo, opte por atacar judicialmente a las instituciones religiosas que defienden la vida. La demanda presentada por Bonta es un claro reflejo de la hostilidad creciente hacia los cristianos y su fe en la esfera pública, y es un indicativo de una preocupante tendencia de cristianofobia.
La vida es sagrada, y ningún gobierno debe tener el poder de obligar a alguien a destruirla.
La lucha de Providence St. Joseph es la lucha de todos los que creen en la dignidad de la vida humana y el derecho a vivir conforme a sus creencias sin miedo a ser perseguidos por ello.
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[…] embargo, el hospital, afiliado a la Iglesia Católica, se negó a realizar el aborto porque los latidos fetales aún eran detectables. Tras varias horas de espera, el esposo de Nusslock la llevó a otro hospital, donde llegó con […]