El Papa Francisco lanzó una fuerte advertencia contra la pornografía online, calificándola como una manifestación del mal y un «lenguaje del diablo».
Presencia del mal en lo cotidiano
Durante su intervención en la Plaza de San Pedro, el Pontífice manifestó su preocupación por la creciente presencia del mal en la vida cotidiana y el impacto que tiene la tecnología en la propagación de este.
«La tecnología moderna […] ofrece innumerables medios para «dar oportunidades al diablo», y muchos caen en su trampa», dijo el Papa, señalando que el acceso a la pornografía, facilitado por los dispositivos móviles, es una de las vías principales por las que el demonio actúa en el mundo contemporáneo.
El demonio para muchos no existe
Francisco advirtió que hoy en día vivimos un fenómeno peculiar: «En un cierto nivel cultural, se considera que [el diablo] simplemente no existe». El Pontífice lamentó que, en este mundo que vive de espaldas a Dios, la presencia de figuras esotéricas, como magos, astrólogos y ocultistas, sea cada vez más frecuente, lo que implica un retorno del mal disfrazado de superstición. «Expulsado por la puerta, el diablo ha vuelto a entrar, por así decirlo, por la ventana. Expulsado de la fe, vuelve a entrar con la superstición», expresó con preocupación.
En este contexto, el Papa centró su atención en la pornografía online, una de las principales herramientas del mal en el mundo moderno, asegurando que detrás de este contenido «hay un mercado floreciente» que contribuye a la propagación del mal.
Hizo un llamado claro a los cristianos para que den la espalda a este tipo de material, el cual es de fácil acceso desde cualquier dispositivo móvil. «Allí está el diablo trabajando», afirmó.
Cualquier smartphone tiene acceso a esta brutalidad, a este lenguaje del diablo: la pornografía online».
¿Cómo combatirlo?
El Papa no se limitó a señalar el problema de la pornografía, sino que también subrayó la importancia de tomar medidas concretas para combatir su influencia. Para el Pontífice, es imperativo mantener distancia frente al mal y no entablar ningún tipo de diálogo con él.
«Después de que Cristo, en la cruz, derrotara para siempre el poder del «príncipe de este mundo» (Jn 12,31), el diablo -decía un Padre de la Iglesia- «está atado, como un perro a una cadena; no puede morder a nadie, salvo a los que, desafiando el peligro, se acercan a él… Puede ladrar, puede apremiar, pero no puede morder, salvo quien lo desee». Si eres tonto y vas donde el diablo y le dices: «¿Qué tal?», él te arruinará. ¿El diablo? ¡A distancia! Con el diablo no se dialoga. Se le expulsa. A distancia. Y nosotros, todos nosotros, tenemos experiencia de cómo el diablo se acerca con alguna tentación, sobre los Diez Mandamientos. Cuando oigamos esto, ¡alto, distancia! No se acerquen al perro encadenado.»
Manteneos vigilantes
El Pontífice, en su catequesis sobre el Espíritu Santo, insistió en que la batalla contra el mal no se debe librar desde el miedo o la desesperación, sino desde la confianza en la victoria de Cristo. «La conciencia de la acción del diablo en la historia no debe desanimarnos», afirmó. En cambio, instó a los fieles a mantenerse vigilantes, tomando el ejemplo de Jesucristo, quien en el desierto combatió al demonio con la Palabra de Dios y no mediante el diálogo.
Francisco recordó además que el poder del Espíritu Santo, presente en cada creyente, es suficiente para resistir las tentaciones del mal. En un mensaje de esperanza, destacó que «Cristo ha vencido al diablo y nos ha dado el Espíritu Santo para hacer nuestra su victoria». Para el Papa, incluso la acción del enemigo puede ser convertida en una oportunidad de purificación y crecimiento espiritual si se afronta con la ayuda de Dios.
Finalmente, el Papa Francisco hizo un llamado urgente a los cristianos a ser astutos y a no caer en las trampas del diablo, señalando que, aunque el mal es astuto, los cristianos, con la gracia de Dios, son más inteligentes.
Tengan cuidado, porque el diablo es astuto. Pero nosotros los cristianos, con la gracia de Dios, somos más astutos que él»
