Las apariciones de Medjugorje, es un fenómeno que comenzó en 1981 en una pequeña localidad de Bosnia-Herzegovina. A lo largo de los años, se ha informado que la Virgen María se ha aparecido a seis jóvenes videntes, transmitiendo mensajes que abarcan temas espirituales como la paz, la conversión y la oración. Sin embargo, la postura oficial de la Iglesia sobre la autenticidad de estas apariciones ha sido de cautela.
En el día de hoy, el Vaticano, a través de su documento «La Reina de la Paz», ha otorgado un «nihil obstat» que permite la devoción internacional a María como Reina de la Paz, las peregrinaciones a Medjugorje y el uso de una selección de los mensajes de la Virgen.
Este «nihil obstat», que significa «nada impide», indica que la Iglesia no encuentra obstáculos para estas prácticas. Sin embargo, es importante subrayar que el documento no se pronuncia sobre la autenticidad sobrenatural de las apariciones, sino que ofrece una guía espiritual a los fieles. Los mensajes de Medjugorje se presentan como «textos edificantes» y no como revelaciones divinas confirmadas.
El cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, durante una rueda de prensa de dos horas de duración, ha explicado que no se prevé un avance hacia una declaración de sobrenaturalidad sobre Medjugorje.
No se pretende ir más allá en el discernimiento
El cardenal, detalló que consultó al Papa Francisco, quien le indicó que lo aprobado hasta el momento es suficiente y que no se pretende ir más allá en el discernimiento. El Papa considera que permitir la oración a la Virgen de la Paz y la peregrinación a Medjugorje es suficiente para guiar a los fieles sin necesidad de una declaración oficial sobre la naturaleza de las apariciones.
Este enfoque prudente se debe, en parte, a la dificultad de declarar la sobrenaturalidad de este tipo de fenómenos. El cardenal Fernández mencionó que en las últimas décadas solo ha habido tres o cuatro declaraciones de sobrenaturalidad en la Iglesia, comparado con miles de beatificaciones, lo que evidencia lo raro y complejo que es emitir tal juicio. Fernández también advirtió que una declaración de este tipo tendría implicaciones profundas, equiparando los mensajes de Medjugorje a los grandes escritos místicos de figuras como Santa Teresa de Ávila.
No obstante, la aprobación del culto público a María Reina de la Paz refleja el respeto de la Iglesia hacia la devoción que ha crecido en torno a este fenómeno. Se reconoce que, aunque no se autentifiquen las apariciones, el lugar ha producido frutos espirituales abundantes, como conversiones, vocaciones y una renovación en la vida de fe. Las peregrinaciones a Medjugorje han llevado a muchos fieles a una práctica más intensa de los sacramentos, particularmente la eucaristía y la reconciliación.
El Vaticano ha dado luz verde a la devoción y peregrinación a Medjugorje, reconociendo los frutos espirituales que se han generado allí, pero sin emitir un juicio sobre la sobrenaturalidad de las apariciones.
Este enfoque por parte del Vaticano permite a los fieles continuar con el culto a la Reina de la Paz, mientras que la Iglesia sigue manteniendo una postura prudente respecto a los mensajes y fenómenos asociados a Medjugorje.
