La Jornada Eucarística Mariana Juvenil (JEJM), celebrada del 5 al 7 de julio en Covadonga, fue una ocasión para acercar a los jóvenes a Dios a través de la Eucaristía y la Virgen María.
Más de 1600 jóvenes de varias partes del mundo participaron en este fin de semana de especial gracia espiritual, en un ambiente de fe y devoción.
Desde Forum Libertas hemos tenido la ocasión de charlar con Beatriz Fra para que nos cuente de primera mano como se vivió la primera JEMJ en España.
«Que contéis lo que habéis visto y oído, y que acojáis en vuestro corazón lo que el Señor ha sembrado estos días». Con estas palabras finalizaba el Arzobispo de Oviedo, don Jesús Saz Montes, la Eucaristía de clausura de la Jornada Eucarística Mariana Juvenil (JEMJ) celebrada en Covadonga. ¿Qué hay en los corazones de los jóvenes tras la JEMJ?
De todos los testimonios que hemos recogido, podemos destacar sobre todo mucha alegría y agradecimiento. El Señor se ha derramado en nuestros corazones estos días y aún seguimos admirados de los frutos que nos regalado. Hemos vuelto a casa con ganas de dar a conocer lo vivido allí y de ir preparándonos para la siguiente jornada.
“Levantad vuestros corazones” fue el lema de la Jornada Eucarística Mariana Juvenil JEMJ ¿Al año que viene se celebrará de nuevo esta Jornada?
Si Dios quiere el año que viene volveremos a repetir esta jornada del 4 al 6 de julio 2025, bajo el lema: «Os daré un corazón nuevo».
Tras el éxito espiritual de la jornada, viendo el ambiente tan bonito que había entre los jóvenes que nos reunimos en Covadonga, nuestra Madre puso en el corazón de la organización el deseo de reunirnos de nuevo el año que viene para continuar con una reconquista católica de España.
Gracias a Dios, también el Obispo de Oviedo ha querido volver a acoger en su diócesis el encuentro un año más.
¿Qué hace falta en la formación católica a través de la catequesis, parroquias, colegios, la familia de los niños y los jóvenes para que vivan la presencia real de Cristo en la Eucaristía? ¿Cómo podemos transmitir la fe de una forma que inunde el alma?
Creo que no tenemos que tener miedo de mostrar la Verdad tal cual es. Acercar al joven a Cristo, sin adornos modernos, sin rebajar la doctrina.
Jesucristo es suficientemente atractivo para el joven y está deseando llegar a su corazón y hablarle.
Solo debemos dejar y potenciar que se dé este encuentro en la oración y por medio de la formación. Y por último, por supuesto, el testimonio de vida. Se necesitan grandes santos que muevan a otros.
¿Crees que a veces faltan espacios donde los jóvenes puedan resolver o exponer sus dudas acerca de la fe católica?
Gracias a Dios la Iglesia es muy rica en sus formas y caminos y solo es cuestión de tener un verdadero deseo de encontrarse con el Señor y querer seguirle; y para los que estamos dentro de la Iglesia, ser fieles a la voz del Espíritu Santo para que pueda obrar por medio de nosotros y que no le estorbemos.
¿Por qué se expuso en Covadonga la reliquia de la Santa Hijuela de Carboneras? ¿Qué supuso esto para los jóvenes?
Siendo un encuentro Eucarístico y teniendo como santo protector a Carlo Acutis, vimos que sería una gran gracia contar con algún milagro Eucarístico que nos ayudara a caer en la cuenta de la grandeza, la fuerza y el poder de la presencia Eucarística.
A nuestros sentidos la Eucaristía es muy poca cosa. Santo Tomás decía que en la Cruz la divinidad de Jesucristo estaba escondida y que en las especies Eucarísticas, incluso Su humanidad lo parecía.
Y por ello mismo, el Señor, conociendo esta dificultad, revela a nuestros ojos físicos lo que solo intuimos con nuestra mirada espiritual: y es que está realmente presente.
Todos los milagros eucarísticos del mundo presentan parte del tejido cardíaco de un hombre en agonía pero vivo y además del mismo grupo sanguíneo.
Es cierto que quizá no estamos acostumbrados a rezar delante de un milagro eucarístico y creo que esto fue un reto para los jóvenes, pero fue impresionante como se pusieron de rodillas, en silencio y permanecieron allí en oración incluso a pesar de la lluvia que comenzó a caer en ese instante. Fue un auténtico momento de bendición.
¿Cómo se os ha hecho presente el Señor a través del plan B de tener que pasar muchas horas bajo la lluvia?
La lluvia ha sido una de los grandes protagonistas del encuentro. Era lo único que no podíamos controlar y que habíamos dejado en manos de nuestra Madre. Y ella quiso que lloviera.
Es impresionante escuchar los testimonios de los jóvenes y de cómo esa lluvia les ha ayudado espiritualmente.
Vemos realmente que la lluvia ha sido una gracia de Dios.
El salmo de la primera Misa decía: «El Señor nos dará la lluvia, y nuestra tierra –los corazones de los jóvenes– dará su fruto» (Sal 89, 13). Ya el Señor nos estaba mostrando cómo iba a obrar en esa jornada y creemos que realmente así ha sido.
El ambiente de oración y la perseverancia de los jóvenes no se tambalearon en ningún momento a pesar de la lluvia. Ver cómo su sed de estar con el Señor a pesar del frío y cómo se animaban unos a otros fue una gracia enorme para todos los que lo vimos.
Ellos mismos nos comentaban que había sido una gracia precisamente por ver cómo en ocasiones hay que sufrir por ser fiel al Señor, pero que siempre merece la pena.
Y así, aunque aparentemente hubiera parecido un contratiempo, sin embargo resaltó el ambiente campal de la reconquista, demostrando claramente que son las armas del amor y la paciencia las que el joven necesita y de las que dispone en una medida mucho mayor a la que normalmente se le presume.
Les dio a ellos mismos la ocasión de comprobar que sus fuerzas son ilimitadas cuando se abrazan a la Cruz y que no necesitan estar siempre cómodos para ser auténticamente plenos.
Por eso, nuestros corazones cantaban con el Coro de la JEMJ: «Tus planes son perfectos. De alegría y paz llenas mi corazón».
LA JEMJ quiso que uno de sus «Talleres eucarísticos» llevara por título «Wake Up. La Iglesia perseguida y la Eucaristía». Este taller,acercó a los jóvenes al sufrimiento de tantos hijos de la Iglesia. ¿Por qué se decidió hacer este taller? ¿Cómo viven los jóvenes la santa indiferencia y el valor del martirio?
Todos los talleres han ayudado mucho a los jóvenes a replantearse cómo es su vivencia de la Fe ante la defensa con la propia sangre de otros hermanos suyos, jóvenes y niños, y animarse a comprometerse más con el Señor.
El taller de Wake Up contó con los testimonios del padre Rodrigo Miranda, sacerdote del IVE y misionero durante más de 10 años en Oriente Medio, y del P. Wenceslao Belem: sacerdote diocesano de Burkina Faso, país en el que actualmente se está viviendo una persecución extremadamente sangrienta a causa de la fe. Sin duda dos testimonios fuertes de la alegría que da la entrega sin medida a Jesucristo, incluso cuando esto supone renunciar a la propia vida.
Queríamos dar voz a los jóvenes que tan valientemente se juegan la vida por vivir su Fe, siendo ejemplo para nosotros que tantas veces podemos vivir nuestra unión con el Señor y nuestra vida en la Iglesia de una manera cómoda o superficial. Y creemos que este taller les ayudó a caer en la cuenta de ello, e incluso-como alguno de ellos contó después- les sirvió como pequeño examen de conciencia.
Pueden ver el resumen de este taller en este enlace:https://youtu.be/o2vv6gdQFL8?feature=shared
Por último Beatriz, ¿Qué han supuesto para ti estos días en Covadonga?
Ha sido un verdadero descanso del Corazón. Ver a otros jóvenes rezar, buscar al Señor y comprobar cómo Él se ha derramado ha sido un regalo precioso que me ha ayudado a dar gracias a Dios por la Fe y por la Iglesia. Había un ambiente de alegría y sencillez realmente edificante. En todos nuestros corazones resonaba con fuerza el deseo de servir al Señor, de amar la Eucaristía y de entregarnos a la conquista de los jóvenes al amparo de Nuestra Madre, dando gracias y siguiendo el ejemplo de nuestros antepasados como don Pelayo. Tenemos mucho que dar porque hemos recibido mucho. «El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres».
