A pesar de las inclemencias del tiempo la JEMJ ha sido un rotundo éxito, reflejando la dedicación de casi doscientos voluntarios y la devoción de más de 1600 jóvenes participantes.
Viernes 5 de julio
La JEMJ comenzó el viernes 5 de julio. Asistieron jóvenes de España y otros países, como EE.UU., Suiza, Francia, Italia y Ecuador.
La jornada inició con una misa concelebrada por veinte sacerdotes, incluyendo al arzobispo de Oviedo y el obispo de Alcalá de Henares, Mons. D. Antonio Prieto.
D. Antonio destacó la importancia de una mirada de fe y el amor Eucarístico, Jesús. Tras la misa, el Festival JEMJ, lleno de sorpresas. La jornada concluyó con una procesión a la Santa Cueva de la Virgen.
Sábado 6 de julio
El sábado, 6 de julio, fue un día lleno de momentos significativos. Uno de los más esperados fue la veneración del Milagro Eucarístico de la Santa Hijuela. Bajo palio, esta reliquia histórica llegó a la explanada del Santuario de Covadonga para ser adorada, guiando a los jóvenes en una profunda oración dirigida por D. Julián Lozano López, delegado de Medios de Comunicación Social de la Diócesis de Getafe.
Posteriormente, los jóvenes participaron en diferentes «Talleres eucarísticos». Cada uno de estos talleres proporcionó una oportunidad única para profundizar en el misterio de la Eucaristía desde distintas perspectivas.
Uno de los momentos más conmovedores de la jornada fue el Rosario de la JEMJ. A pesar de la lluvia, los jóvenes se reunieron a los pies de la Santa Cueva de la Virgen de Covadonga, para rezar.
David Cueto, Canónigo de la Real Colegiata de Covadonga, antes de bendecir los rosarios, expresó: «La lluvia también es un signo de las gracias que se van a derramar sobre vosotros estos días. Yo no le voy a pedir a la Virgen que pare la lluvia. ¡Perdonadme!». Bajo la lluvia, los participantes procesionaron con una imagen de la Virgen, meditando y cantando, aprendiendo a contemplar el rostro de Cristo con los ojos de María.
La tarde concluyó con la Santa Misa presidida por Mons. Jesús Sanz Montes, arzobispo de Oviedo, en una Basílica rebosante de jóvenes, mientras otros seguían la ceremonia desde las carpas. La homilía de D. Adolfo Mariño, abad de Covadonga, y las palabras de Mons. Sanz Montes resonaron profundamente en los corazones presentes.
La Gran Vigilia de Adoración Eucarística marcó el punto cumbre del encuentro. Aunque la explanada estaba empapada, el ambiente de adoración prevaleció. La vigilia fue presidida por una réplica de la «Cruz de la Victoria», símbolo de la fe y la lucha por el triunfo del Corazón Inmaculado de María. La solemnidad y devoción de los jóvenes impresionaron incluso a la policía local, que consideró innecesaria su presencia debido al ambiente de paz.
El acto se transmitió en vivo y puede revivirse a través de este enlace.
Domingo 7 de julio
El evento culminó el domingo 7 de julio con una Santa Misa de clausura, nuevamente presidida por Mons. Jesús Sanz Montes.
En su homilía, el arzobispo destacó la importancia de este encuentro: «Ha sido una gracia de Dios inmensa, que la Archidiócesis de Oviedo ha tenido la bendición de acoger y acompañar».
Sus palabras recordaron la esencia de la JEMJ: un encuentro de fe, esperanza y amor, destinado a fortalecer la relación de los jóvenes con Cristo y María.
Mons. Sanz Montes también subrayó la relevancia de enfrentar las adversidades, como la lluvia de este fin de semana, con una fe firme. «El verdadero encuentro con Cristo vivo no se asienta sobre sentimientos, sino en la fe», afirmó.
En un mundo lleno de distracciones, este fin de semana en Covadonga fue un recordatorio de la importancia de la oración y los sacramentos.
La JEMJ en Covadonga ha sido un hito espiritual, uniendo a jóvenes de diversas partes del mundo en un testimonio de fe compartida.
A pesar de la lluvia, o quizás gracias a ella, los participantes vivieron una experiencia transformadora, llevándose consigo una renovada esperanza y un compromiso firme con su fe.
El próximo año, la JEMJ se celebrará del 4 al 6 de julio de 2025. Un nuevo encuentro, donde los jóvenes se reunirán en torno al amor a Jesús Eucaristía continuando el legado de fe que ha empezado a escribirse en este rincón sagrado de Asturias.