Esta semana, un grupo compuesto por pediatras, médicos, especialistas en ética y organizaciones médicas lanzó en Estados Unidos, la Declaración de la Coalición de Médicos que Protegen a los Niños.
Denuncian prácticas «transgénero»
La Declaración denuncia los bloqueadores de la pubertad y las cirugías «transgénero» para niños como prácticas dañinas, poco científicas y peligrosas. La rueda de prensa del 6 de junio en Washington, DC, organizada por el Colegio Americano de Pediatras, fue el escenario donde se presentaron los objetivos y antecedentes de la Declaración.
La Dra. Jill Simmons, pediatra y directora ejecutiva del Colegio Americano de Pediatras, explicó que la Declaración surgió de las experiencias de numerosos médicos, investigadores y otros profesionales de la salud que han alertado sobre los protocolos perjudiciales promovidos por algunas organizaciones médicas en los Estados Unidos.
Simmons destacó la reciente filtración de los «Archivos WPATH» y la revisión independiente de la Dra. Hillary Cass, que concluyó que los tratamientos recomendados para niños con disforia de género se basan en fundamentos inestables.
¡Basta!
A pesar de estos hallazgos, Simmons señaló que muchas organizaciones médicas líderes no han modificado sus enfoques y siguen promoviendo el uso de bloqueadores de la pubertad y cirugías “transgénero” en niños. «Estamos aquí debatiendo las afirmaciones de estas organizaciones médicas en Estados Unidos (…) Estamos preocupados pues somos una minoría», afirmó Simmons. «Estamos hablando en voz alta y unificada: basta».
La Coalición insta a la Academia Estadounidense de Pediatría, la Sociedad Endocrina Pediátrica, la Asociación Médica Estadounidense, la Asociación Psicológica Estadounidense y otras organizaciones médicas a cesar inmediatamente la promoción de estas prácticas.
Atención basada en el sexo biológico
Según la Declaración, el sexo es un rasgo innato, definido biológicamente en relación con el papel reproductivo de una persona, y este rasgo no puede ser alterado por medicamentos o intervenciones quirúrgicas.
Simmons enfatizó que la atención médica debe basarse en el sexo biológico y respetar la realidad biológica y la dignidad de la persona. «La toma de decisiones médicas debe basarse en el sexo biológico de un individuo. Debe respetar la realidad biológica y la dignidad de la persona, dirigiéndose con compasión a toda la persona», señaló.
En la rueda de prensa también participaron representantes de otras organizaciones médicas y de políticas sanitarias. El Dr. Andre Van Mol, en representación de las Asociaciones Médicas y Dentales Cristianas, el Colegio Americano de Pediatras y la Academia Estadounidense de Ética Médica, habló sobre enfoques apropiados para tratar a niños con disforia de género.
Van Mol destacó que la disforia de género es un diagnóstico, mientras que el transgenerismo es una ideología.
Afirmó que la mayoría de los niños con disforia de género desisten en la edad adulta.
Negarse a realizar procedimientos de transición de género no es discriminatorio
«La probabilidad tanto de desistimiento como de problemas de salud mental subyacentes es la razón por la cual la espera vigilante, junto con la evaluación y el asesoramiento de salud mental tanto para el paciente como para la familia, fue una vez y es cada vez más reconocida como el estándar de atención para menores con disforia de género», dijo Van Mol. Agregó que no se ha demostrado que la afirmación de transición sea segura o eficaz a largo plazo, ya que no reduce los suicidios ni soluciona problemas de salud mental o traumas.
Van Mol enfatizó que los menores no pueden dar un consentimiento verdaderamente informado debido a su desarrollo cerebral inmaduro, su tendencia a cambiar de opinión y su susceptibilidad a la presión. Subrayó que negarse a realizar procedimientos de transición de género no es discriminatorio.
Existen alternativas de salud mental que abordan las cuestiones subyacentes de la disforia de género sin recurrir a la esterilización química ni a la mutilación quirúrgica. Varias organizaciones católicas también han firmado la Declaración, incluyendo la Asociación Médica Católica, el Centro Nacional Católico de Bioética y la Asociación Nacional de Enfermeras Católicas de Estados Unidos.
Puede leer la Declaración completa y ver los médicos y las organizaciones que la han firmado, aquí.